Desde hace muchos años he mantenido y mantengo la opinión de que la investigación histórica se ha de regir por métodos de análisis científicos, es mas yo diría que siguiendo criterios matemáticos para evaluar del modo más riguroso posible el pasado. Este se aplica asimismo a la historia local. Se habla a veces de pueblos sin historia aludiendo -entiendo- a esos pueblos (como por ejemplo el mío), que nunca aparecen en los libros de texto de historia. Son localidades en las que no hay constancia de que a lo largo de los siglos hayan tenido lugar sucesos importantes. Lugares a menudo muy diminutos, que parecen haber sido ignorados durante siglos y que no guardan relación alguna digna de mención con reyes, ni papas, ni santos, ni cualquier otro de los personajes que si aparecen con frecuencia en los libros de historia.
Ahora bien esos pueblos han tenido una dilatada historia, que en muchos casos y en mayor o menor medida ha quedado reflejada en documentos o en otras pruebas del pasado (restos arqueológicos por ejemplo) que aún se conservan. Cierto es no obstante que puede ser una historia prácticamente exenta de sucesos considerados importantes a nivel nacional o incluso provincial;…pero historia al fin y al cabo. En estas circunstancias a las únicas personas a quienes -en su caso- podría interesar la historia de un pueblo anónimo (como Castropodame por ejemplo) es a los propios vecinos del lugar o a personas vinculadas al mismo.
En la práctica esto tampoco es exactamente así, ya que en general y al menos hoy por hoy el ciudadano corriente, sólo presta atención a sucesos que le son cercanos ; es decir a sucesos que tuvieron relación con sus parientes más próximos (padres, abuelos, tíos, bisabuelos quiz,…), pero nada más. Al personal le interesa también la historia que se puede utilizar como arma arrojadiza para defender ideas políticas o incluso ideas religiosas ( como hace siglos); pero es muy raro hallar vecinos a los que les guste saber la historia de su pueblo que se dilate en el tiempo varios siglos. Muchas personas ignoran por completo las más elementales nociones de la historia y no saben si los romanos estuvieron en España hace 20 ó sólo hace 4 siglos. Por ejemplo. Tampoco les importa mucho saberlo. Si retrocedemos en el tiempo y habida cuenta del bajísimo nivel de conocimientos que había hace sólo un siglo por ejemplo; el panorama es desolador. La única historia de la que “sabía” bastante, era de llamada La Historia Sagrada.
Así pues nada tiene de extraño que a lo largo de los siglos, muchos documentos se hayan perdido por las más diversas circunstancias. Los viejos papeles que hablaban de antiguos sucesos, se consideraban a menudo inútiles. Los que se han conservado (en el caso de Castropodame por ejemplo) ha sido en gran medida debido a la casualidad o a la suerte. En los años 50 en plena época Franquista, en Castropodame se conservaban una gran cantidad de documentos sobre su pasado. El más antiguo era un pergamino del año 1497. Hay constancia escrita y publicada de que “alguien” del Ayuntamiento (el Sr. Secretario seguramente) se dio cuenta de la existencia de ese pergamino y por ello en un diccionario de la época se alude al mismo. El resto de los antiguos documentos es posible que ni siquiera llamasen la atención al secretario de turno. Parte de esa documentación la hallé yo en los primeros años de la década de los 80 y en un estado de conservación bastante lamentable. Se hallaba en lo que era un auténtico trastero de la Casa Consistorial y quizá sólo la casualidad y la suerte evitaron que fuese a parar a la basura, antes de que yo me percatase de su importancia. Hoy día por fortuna la situación es muy distinta. Hay una mayor conciencia ( al menos por parte de las autoridades locales), de la necesidad de conservar “esos viejos papeles”, aunque siguen existiendo grandes volúmenes de documentos del siglo XIX y posteriores que no están ni catalogados, ni clasificados, ni analizados, ni estudiados. Existe no obstante el firme convencimiento de que hay que conservarlos, lo que ya es bastante. Algo impensable hace escasa décadas. Algo vamos pues avanzando.
Yo tenía unos 20 años cuando comencé a interesarme por investigar la historia de Castropodame. Ha sido una tarea en la que he proseguido durante más de 40 años. Siempre ha sido una búsqueda de datos realizada de modo altruista, es decir , un mero pasatiempo. Una forma de pasar el tiempo agradable, eso si lo reconozco. Yo siempre he disfrutada mucho más tomando datos y apuntes en archivos y bibliotecas que bebiendo cervezas en una bar. Quizá soy un tipo raro.
Por lo que respecta a la historia de Castropodame, he tomado infinidad de notas, he visitado innumerables veces diversos archivos, he realizados planos, tomado fotografías, escrito artículos e informes, incluso algunos libros, he pronunciado conferencias, he grabado en los viejos “casetes” relatos históricos del pueblo y asimismo en la medida de mis posibilidades; he tratado de ayudar en la conservación del patrimonio documental del pueblo;… pero los años pasan y es la hora de hacer balance. La pregunta es muy clara ¿mereció la pena tanto, tantísimo, esfuerzo?. Mi respuesta es que no lo sé. Si hace 40 años me hubiese planteado esta pregunta y hubiese conocido la respuesta, quizá habría actuado de otro modo. Entre otros motivos que me llevan a dudar; está el hecho de que son los propios vecinos los que apenas muestran interés por conocer el pasado de su pueblo.
Así las cosas se puede dar el caso ( y se da) de que se disponga de un gran caudal de datos para ser publicados y que sin embargo no se publican por la falta de interés del vecindario por conocerlos. Un amigo mío y conocido historiador me ha comentado su decepción por el escaso interés del personal por conocer la historia local, en este caso de un pueblo diferente de Castropodame. “En todas partes cuecen habas”, como día el refrán. Por lo que a mi respecta me encuentro en una tesitura similar. La realidad es que poco a poco he ido recopilando y elaborando una espantosa cantidad de información, que por lo que parece ,..¡¡sólo me interesa a mi¡¡.
Jamás consideré que este cúmulo de datos y apuntes que pacientemente he ido recopilando durante la mayor parte de mi vida; podrían convertirse en un problema o en una preocupación. Pero así es la vida y la historia. Los apuntes míos trataré de depositarlos en algún organismo (archivo o institución similar); que me merezca confianza para que se conserven,…para la posteridad. Esperemos que las generaciones venideras presten más atención al estudio del pasado que las presentes. De este modo toda la labor de paciente recopilación de apuntes llevada a cabo durante décadas, es posible que sirva para algo,…eso si con suerte,… en el futuro.
Bembibre, 7 de enero de 2021
Rogelio Meléndez Tercero
Mira Rogelio, seguro que el trabajo que has hecho, aunque ahora no veas los frutos, no caerá en saco roto. Pero comentas en tu artículo que has disfrutado, ya es bastante, en mi humilde opinión.
Ánimo y si tienes fuerzas sigue adelante. Por lo que a mi respecta, ya me ha entrado la curiosidad, y al menos, desde la distancia, estaré pendiente de tus publicaciones y visitaré ese pueblo en cuanto me pueda acercar a esa tierra, mi tierra. Gracias y un saludo.