La ARMH entrega los restos de nueve represaliados de Valderas exhumados en 2012 en San Justo de la Vega

Los responsables de la asociación reclaman al Estado “que pongan su maquinaria en funcionamiento” para buscar a las víctimas del franquismo

S.Gallo/ Ical La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) entregó este sábado los restos de nueve vecinos de Valderas, represaliados durante la Guerra Civil, y cuyos cuerpos fueron exhumados en la localidad de San Justo de la Vega en julio de 2012 por voluntarios de la asociación. En un acto cargado de emotividad y de dolor a partes iguales, vecinos y familiares recibieron con un fuerte aplauso y entre lágrimas los restos de los que fueron sus vecinos.

Este acto “simbólico” pretendía hacer entrega de los nueve restos que se han localizado de los 27 que se están buscando, todos ellos de la zona de Valderas, gracias a un trabajo que se viene realizando desde el año 2008 y en el que ha resultado “muy difícil” la localización de documentación y de familiares. “Ha sido un trabajo lento, pero que se ha ido moviendo”, explicó el vicepresidente de la asociación, Marco González.

Una vez entregados los cuerpos, que ya han recibido sepultura en el cementerio de Valderas, el trabajo más inmediato será proceder a su identificación, una tarea en la que está colaborando el equipo de antropología forense de Argentina. Para ello, y gracias a la presencia de familiares, hoy ha sido posible recoger más muestras genéticas para poder compararlas con los restos localizados e identificar a las víctimas.

Pero además se continuarán buscando los 27 cuerpos de los que se tienen constancia, al parecer en una fosa en Cabreros del Río. “Muchos de esos cuerpos llegaron incluso a los montes Torozos, en Valladolid”, explicó González, y aunque lamentó que algunos son “irrecuperables”, el trabajo de la asociación “sigue” y se está desarrollando “poco a poco” con la esperanza de “algún día poder cerrar el capítulo de represión en Valderas”.

Y es que esta zona situada al sur de la provincia de León sufrió la represión “de manera desorbitada” y se contabilizan un total de 77 represaliados, entre desaparecidos y fusilados con juicio sumarísimo, de las 4.000 personas que constituían la población valderense en el año 1936.

Pero si en algo insistió González es en la necesidad de que el Estado “ponga toda su maquinaria en funcionamiento” para poder buscar a las 114.226 víctimas del franquismo, lo que agilizaría el proceso. El compromiso de la asociación reiteró que es “indudable” pero advirtió de que se reclamará “una y otra vez” que sea “una labor de Estado”, finalizó.

A la jornada de hoy asistieron una treintena de familias, algunas llegadas de otros territorios españoles, que se mostraron especialmente emocionados en el interior de un salón de plenos abarrotado y que se fundió en un largo y emotivo aplauso al recibir las cajas con los restos de las nueve víctimas de la represión franquista. Aun sin tener la certeza de que en esos contenedores se encontraban los cuerpos de sus familiares, la esperanza de que así fuera transmitía tranquilidad a muchos de ellos.

En nombre de todos los familiares, Celestino Fonseca explicó cómo al coger una de las cajas pasó “de palabras a sentimientos” al pensar que posiblemente en una de ellas pudieran estar los restos de su abuelo. “Siempre he tenido esa rabia por no tener otro abuelo” y aunque incidió en que muchas personas piensan que se está “removiendo la mierda”, se preguntó qué pensarían si fueran sus familiares quienes hubieran sido víctimas de la represión. Por eso, insistió en que hoy es un día “para vivir un sentimiento, una actitud, y hacer que gente que no es valiente, acabe siéndolo, no busquen venganzas, y que las personas estén en el lugar adecuado y les demos el homenaje que merecen”.

También con la emoción visible en su rostro, otro familiar recordaba a su padre desde la primera fila del salón de plenos. “A Teófilo Álvarez y su hermano Florentino los mataron en Astorga y León cuando tenían 25 y 20 años”, por lo que dijo sentirse “envenenado”, mientras que Pilar Gómez irrumpía en la conversación para pedir “que no se repita” y aludir a cartas que tenía su madre y que le pedía que leyera, en las que se apreciaba “algo horroroso”. Con el acto de hoy se quiere “que se sepa” y dar “un reconocimiento” a aquellas personas a las que tendrá “dentro hasta la muerte”.

Paquita era nieta de Tomás Fonseca, uno de los represaliados y cuyos restos confió en que puedan estar entre los localizados. Llegada de Irún para esta jornada, dijo sentirse “muy emocionada” y especialmente contenta y tranquila, además después de haber localizado a parte de su familia a la que no conocían por proceder de otra rama familiar, y a quienes se ha detectado al solicitar las muestras de ADN de los familiares de las víctimas. Historias todas ellas emotivas y que dan continuidad al trabajo de la ARMH, pero sobre todo al deseo de que todas las víctimas descansen en paz.

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