DA La política ciudadana de Astorga fue uno de los modelos destacados en la Convención municipal Socialista de Castilla y León, celebrada en el Palacio de la Audiencia de Soria, en el transcurso de este fin de semana.
En el encuentro abierto por Luis Tudanca, candidato socialista a la presidencia de la Junta de Castilla y León, y Carlos Martínez, alcalde Soriano, se debatieron aspectos como la sostenibilidad, la transparencia, el desarrollo rural y las políticas integrales de bienestar para la ciudadanía, ámbito en el que intervino la alcaldesa de Astorga, Victorina Alonso, para explicar propuestas y experiencias municipales en la materia.
Victorina Alonso destacó la importancia de trabajar “con una sociedad viva, con políticas en materia de empleo, colaboración ciudadana, con el apoyo a las asociaciones y la actividad educativa, etc”. También mostró como iniciativas como la puesta en marcha del Museo del Chocolate, “pueden contribuir a la recuperación del interés por un barrio, por la arquitectura, apoyar a un sector económico que renace, fomentar el turismo y crear una dinámica cultural y social.
Entre otros ejemplos, Alonso puso de manifiesto que “actividades como la creación de la obra La Maternidad, de Castorina, que pudo ser seguida durante toda su génesis por los ciudadanos y los plenos municipales infantiles forman parte de esa política de acercamiento de la actividad cultural y pública a todos los sectores y edades”.
La regidora de Astorga, en el curso de la exposición, recalcó que el bienestar va mucho más allá de los factores meramente económicos y de la renta per cápita media, ya que “deben medirse también aspectos como la cobertura sanitaria, el equilibrio social, el apoyo de las instituciones públicas para ayudar a los más desfavorecidos, la mejora del entorno, la creación de dinámicas culturales y lúdicas, así como otros aspectos que favorecen que la ciudad sea amable y solidaria”.
Victorina Alonso finalizó su intervención con un texto del escritor uruguayo Eduardo Galeano, recientemente fallecido, en el que anima a caminar hacia la utopía:
“Ella estaba en el horizonte
Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino dos pasos y el horizonte se aleja diez pasos más allá.
Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve, para caminar.”