P.F. Julio Fernández regresa a Sueros de Cepeda tras otro intento fallido de entregarle a sus tutores legales, sus abuelos maternos. Desde que el niño llegó al punto de encuentro mostró su rechazo a ser separado de su familia paterna, con la que ha vivido más de la mitad de su vida en la localidad cepedana y donde, según afirman fuentes cercanas, “es feliz”.
Gritos y sollozos fue lo que se escuchaba entre una turba de gente que acudió al centro Aprome de León, donde se había dictaminado que se efectuaría la entrega, desde el mismo pueblo y alrededores, superando las 200 personas, distribuidos en tres autobuses y coches particulares. A ellos se les unió más gente incluso de la ciudad de León, que quisieron mostrar su apoyo al menor en su marcha y para reivindicar que se “escuche la voz del niño”. El menor ni siquiera quiso bajar del vehículo en el que había llegado. Allí estaban esperando sus abuelos maternos, quienes mostraron cierta hostilidad hacia los medios de comunicación, para conocer al muchacho
La entrega no pudo efectuarse debido a que, nuevamente, el muchacho volvió a sufrir un ataque de ansiedad y tuvo que ser atendido por el Servicio de Emergencias y trasladado al hospital de León, donde posteriormente le dieron el alta y le mandaron de nuevo a Sueros, bajo consejo del médico que le atendió. Lo que nadie sabe es hasta cuando. Y es que con esta ya son cuatro las veces que este niño de 11 años ha tenido que revivir la misma situación, y siempre con el mismo resultado.
