Jesús Fernández: “Nuestra iglesia tiene que renovarse y responder cada día a los retos que se le presentan, y ahora no son pequeños”

El nuevo obispo de la Diócesis de Astorga afronta con ilusión y esperanza este reto, poniendo especial énfasis en la problemática social que los fieles están viviendo, y anticipa que "nuestra iglesia va a estar cerca de ellos"
Jesús Fernández, obispo de Astorga.

Tras la muerte del obispo Juan Antonio Menéndez Fernández, hace un año, la Diócesis de Astorga tiene nuevo obispo, monseñor Jesús Fernández González, nombrado por la Santa Sede. Fernández ha ofrecido sus primeras declaraciones en el cargo a Astorga Digital-Diario de Astorga, expresando la inmensa ilusión con la que llega al Obispado y sus primera impresiones sobre esta nueva etapa.

¿Cómo acoge este nombramiento como obispo de la Diócesis, teniendo en cuenta además que vuelve a León, la tierra que le vio nacer?

Lo acojo con mucha ilusión, con mucha esperanza. También con la expectativa de que es un reto que hay que afrontar, y con la confianza en Dios, en que Él me ayudará a afrontarlo. Pero para mí, sobre todo, como dices, es volver a la tierra. No soy originario de esta Diócesis de Astorga, soy de la Diócesis hermana de León, pero estamos pegando, y conozco bastante a sacerdotes, religiosos, seglares… de Astorga al pertenecer a la misma provincia. Hemos tenido encuentros comunes, por lo tanto, hay unos lazos muy profundos, para mí es un motivo de ilusión y esperanza el poder estar en Astorga. Aunque también reconozco que soy un hombre de bastante afectividad y mucho corazón, y me cuesta dejar la Diócesis de Santiago de Compostela, donde después de seis años largos me he sentido querido y he tratado de corresponder con trabajo y afecto hacia todos ellos.

Además, hay que tener en cuenta,que una cosa es ser obispo auxiliar y otra obispo residencial, como va a ser el caso y, por lo tanto, cuando a uno le ordenan obispo quiere ser el titular de una Diócesis, y en este caso voy a serlo, así tendré la oportunidad de plasmar en programas e iniciativas todo eso que el Señor me va inspirando, que puede ser el camino de una iglesia que tiene que renovarse y responder cada día a los retos que se le presentan, y ahora no son pequeños. Desde el punto de vista social, siendo puentes entre las personas, intentando crear comunión, por supuesto respondiendo a los retos del sufrimiento, la enfermedad, la pérdida de tantos seres queridos, los puestos de trabajo; esa debe ser y es mi pasión principal, toda esa gente que quiere encontrarse con Dios, quiero saludarlos de corazón y decirles que nuestra iglesia va a estar cerca de ellos.

La necesidad social va a ser el principal reto general al que se enfrenta la Diócesis pero ¿qué cree que es lo que necesita con más urgencia, a día de hoy, la Diócesis de Astorga?

Todavía no tengo un conocimiento tan profundo para poder hablar, empezaré en breve a conocer cuál es la problemática concreta. Cuando hablo de los retos sociales estoy pensando en un sentido más global, que pasa aquí, en toda España -incluida la Diócesis de Astorga-, en el mundo entero. Todavía no hemos salido de una pandemia y de una crisis económica que también será social y sanitaria, por supuesto. Cuando eres un pastor, en mi caso, ordenado obispo, tienes en mente un esquema de trabajo y unas opciones primeras, y entre esas está el atender a los necesitados, mi lema episcopal es Evangelizare pauperibus” (Evangelizar a los pobres). Por otra parte soy el obispo acompañante de Cáritas Española, así que por mi propia responsabilidad en la Conferencia Episcopal es un mundo especialmente querido para mí.

No solo con Astorga, usted también tiene una estrecha relación con El Bierzo, fue pregonero de la Semana Santa de Ponferrada y guarda muy buenos recuerdos…

Sí, efectivamente, fui pregonero de la Semana Santa de Ponferrada hace tres años. Allí conozco también a varios sacerdotes, he dado algún retiro, estuve por supuesto cuando fueron las Edades del Hombre, digamos que he tenido y tengo unas raíces incipientes que espero que se ahonden cada día más.

Astorga y El Bierzo son partes importantes para usted, ¿qué lugar les va a dar dentro de la Diócesis?

Yo tengo muy claro que la Diócesis es diversa, tiene cuatro zonas (Astorga, El Bierzo, Galicia y Zamora) y en cierto modo, en esta dispersión, se parece a Santiago. Cuando una Diócesis tiene esta configuración tengo muy claro que hay que hacerse muy presente en todas sus zonas y dedicar tiempo a las personas que viven en ellas. Hay que atender las particularidades de cada lugar, no se trata de unificar -por supuesto en el Evangelio todos coincidimos- pues la diversidad no es algo negativo sino que enriquece nuestro mundo y nuestra iglesia.