Josines

A la hora de escribir estas letras me dispongo a prepararlo todo e ir, como todos los años, a la procesión de la Virgen de los Dolores donde veré y compartiré charla y alguna limonada con parte de mi familia. Viernes de Dolores, que es cuando deberíamos sacar a nuestra querida Virgen, la favorita de mi difunta madre y con quien tantas veces se identificó. En Astorga la veneramos por las calles y plazas el Domingo de Ramos. Tendrá su explicación, su tradición…pero los astorganos somos así, muy nuestros.

Y escribo estas letras con lágrimas. Lágrimas muy oscuras y el ánimo encogido. Ayer por redes sociales me enteré de la muerte de José Manuel García León, Josines para medio mundo. Y algo por dentro se me rompió.

Hace unos días me invitaba a un café en el Cubasol. Le dí por enésima vez recuerdos para su hermano mayor, Pedro Ángel; uno de esos amigos de la infancia que quedan para siempre en un rincón del corazón. Él era el hermano pequeño. Siempre estaba allí, mirando cómo jugábamos tardes y días enteros y hasta en ocasiones participaba en nuestros juegos con los madelman, el scalextric y demás. Pasaron los años, y Josines era ya un hombre hecho y derecho, con familia y asentado en su querida ciudad, Astorga, en la que participaba en varias de sus actividades sociales. Eran, en cierta medida, un personaje público.

De verdad que no sé cómo consolar a su madre, Josefa, a quien se le fue primero su marido, Gastón, y ahora su hijo pequeño, nuestro Josines. A Pedro Ángel, le envío un abrazo fuerte, fuerte como seguro media Astorga hará el lunes en su sepelio. Descansa en paz, amigo mío, no te preocupes por tu mujer y preciosa hija, que Astorga en el fondo es buena con sus hijos agradecidos.