Sergio González / Violeta R. Oria El socialista José Miguel Palazuelo Martín se presentó por primera vez a las elecciones municipales en 1999. No fue la fuerza más votada pero consiguió gobernar durante el primer año de la legislatura con el apoyo de la UPL. Accedió de nuevo al cargo de regidor -a un concejal de la mayoría absoluta- en 2003. En 2007 ganó de nuevo las elecciones, esta vez por mayoría absoluta, revalidándola en 2011 y 2015.
Pregunta: Lleva de alcalde más de una década, ¿cuál ha sido la evolución de La Bañeza durante todos estos años de mandato?
Respuesta: La ciudad, desde el punto de vista urbanístico, es totalmente distinta a la que teníamos en el año 2000. La Plaza Mayor es un reflejo de ello y así sucede con otras zonas que han sido objeto de obras que han contribuido a una mejora de la accesibilidad. Este fue uno de los objetivos que nos marcamos al principio, cuando aún teníamos subvenciones del Ministerio. Dotamos a todos los edificios públicos de ascensores, a excepción del consistorio, donde aún no ha sido posible. También hemos mejorado las instalaciones deportivas y hemos acondicionado los paseos de los ríos Tuerto y Duerna con el Plan de Riberas.
Asimismo, es importante destacar la construcción de la guardería municipal, donde la Junta de Castilla y León puso cerca del 60% y el resto corrió a cargo del Ayuntamiento, y la rehabilitación y ampliación del Teatro Municipal, obra que se comenzó en los 90 y, que después de estar durante muchos años parada, conseguimos retomar con el Gobierno de Zapatero, gracias a los acuerdos con el Ministerio de la Vivienda. También hemos transformado el centro y hemos actuado en los barrios y en las pedanías.
El surgimiento e impulso de los dos polígonos industriales ha sido posible gracias a los acuerdos a los que hemos llegado con la iniciativa privada. Empezaron a desarrollarse con la época de parón, en el 2008, pero tienen muchas posibilidades. Una de las empresas más potentes es Reciclalia, de la Fundación ONCE, y a nivel de logística me parece que el que se ubica en la A-6 es uno de los polígonos industriales que más futuro tiene en toda la provincia.
P. ¿Cómo afectó la crisis a La Bañeza?
R: En La Bañeza la crisis llegó más tarde, lo cual también nos preocupa porque es como la gripe, mientras más tarda en llegar más tarda en pasar. Vivimos en una zona privilegiada al ser, como Astorga, cabecera de comarca agrícola y ganadera. Y es que en este tipo de empresas, las agroalimentarias, la crisis, lejos de notarse, ha seguido un proceso contrario. Por ejemplo, en el sector de alubias y legumbres, en una situación como la que hemos pasado, se retoma el consumo de estos productos ya que además de ser saludables son más económicos que otros. Tampoco las empresas relacionadas con el embutido han notado la crisis tanto como otras. También sigue ahí la Azucarera, a pesar de todos sus problemas. Donde sí se ha notado es en empresas fuertes relacionadas con la construcción como es el caso de Páramo y San Antonio. Estas empresas han pasado momentos muy difíciles pero han aguantado con los despidos justos para salir del paso sin renunciar a retomar su actividad; alguna incluso está empezando a contratar nuevos empleados.
P: La Bañeza es la sexta ciudad con más habitantes de la provincia -a continuación de Astorga- y, al igual que las cinco primeras, ha sufrido un descenso poblacional debido a la crisis…
R: La Bañeza recibió un buen número de inmigrantes que se integraron muy bien, pero la crisis hizo que una parte regresara a sus países de origen. Ahora estamos estables. El problema es que, aunque no debería ser así, nos mantenemos a costa de la comarca, gente que busca en las ciudades más grandes los servicios que en los pueblos no tiene, sobre todo matrimonios jóvenes. Lo peor para ciudades como Astorga o la Bañeza es cuando la gente se traslada a León como consecuencia de que sus hijos continúen sus estudios en la Universidad. Lo que no se dan cuenta es que este periodo es transitorio, muchos después regresan. Los padres no pueden ir detrás de sus hijos a todos lados y además las distancias hoy en día son más asumibles gracias a los transportes que cada vez son más rápidos.
P: En su opinión, ¿cómo podría La Bañeza fijar población?
R: Es imporatante fijar la población en los pueblos más pequeños de la Comarca, y ello pasa por el impulso de los negocios locales como son, un ejemplo, las queserías familiares. Por otro lado, tenemos unos de los mejores terrenos de España para cultivar hortalizas y es triste ver que no están aprovechados. Con la nueva PAC y la incorporación de jóvenes a la agricultura se están recuperando este tipo de productos que son vitales para nuestro crecimiento y nuestro futuro.
P: Hablando de jóvenes, ¿les ofrece el Ayuntamiento algún tipo de ayuda? ¿Cuáles son las ayudas sociales más destacadas del Ayuntamiento?
R: Hay que decir que nos adelantamos en el tema de la emancipación de los jóvenes, dando ayudas que cubren casi al 100% todos los gastos que tiene una persona cuando se independiza. Además, aprobamos un tipo de tasas para la guardería municipal en proporción a los ingresos y, más recientemente, ya el año pasado, pusimos en marcha las subvenciones para la ayuda de libros de texto, con un límite el año pasado de 40.000 euros, 85 euros máximo por cada niño, que este año hemos subido hasta 90 euros, suponiendo casi el 40 %, teniendo en cuenta la ayuda complementaria de la Junta.
Las ayudas de emergencia siempre han funcionado y cada año hacemos aportaciones nuevas a esta partida, para que no se pierda. También tenemos un piso de acogida para mujeres afectadas por la violencia de género, está situado en el mismo edificio de la Policía Local para mayor seguridad.
P: Hablemos ahora de la relación de vecindad -y de competencia- entre Astorga y La Bañeza…
R: Para bien y para mal somos dos ciudades muy parecidas, en cuanto a extensión y habitantes. Incluso hay una zona en la que nos cruzamos. A veces sin querer nos hemos pisado uno a otro, pero también es verdad que nos complementamos. Muchos empresarios que tienen sus negocios en Astorga o La Bañeza abren su segunda sede en la otra, así que estamos condenados a entendernos. Con independencia de las bromas, yo incluso tengo antepasados de Astorga. Además no nos podemos olvidar de los proyectos en común, como el famoso Hospital Comarcal que no ha llegado precisamente porque nos echan en cara el no ponernos de acuerdo, pero yo reitero que es la Junta quien decide. Ante todo sería beneficioso para los familiares de enfermos mayores, que tienen que desplazarse hasta el Hospital de León para poder cuidarles diariamente, con los inconvenientes que eso conlleva. Y no digamos la maternidad, todos nos hemos inscrito en La Bañeza o en Astorga, pero lo cierto es que nacimos en León, en su hospital.
Tampoco nos podemos olvidar del problema de los incendios. Necesitamos un Parque Comarcal de Bomberos profesionales para que no nos trasladen competencias que no son nuestras, ya que está claro que quien tiene que asumir este coste es la Diputación Provincial. Para un ayuntamiento de menos de 20.000 habitantes es imposible asumir este coste y no vamos a tener 209 parques de bomberos. Yo no me opondría a que mañana estuviera en Celada, como imagino que Astorga no se opondría que estuviera aquí, en el antiguo silo, pero lo que necesitamos es que si ocurre algo podamos dar una respuesta inmediata de no más de 25 minutos, aunque sea con el personal justo.
P: ¿Qué proyectos de futuro tiene para esta legislatura?
R: La creación de empleo es la principal preocupación de todos los ayuntamientos, si bien es cierto que no está todo en nuestras manos ya que dependemos mucho de la administración autonómica. Pero, eso sí, tenemos que facilitar el asentamiento y creación de nuevas empresas poniendo el mínimo número de trabas. A veces donde se paraliza el proceso es con la licencia de impacto ambiental, que depende de la Junta y que se alarga seis meses como mínimo. Si una empresa que es viable tiene que esperar un año, cuando obtiene la licencia ya no tiene la misma financiación; esto pasó frecuentemente cuando llegó la crisis. De igual modo, hay inversiones que se han pospuesto por cambios en la legislación que hace que las empresas tengan que esperar ‘a ver que pasa’.
Además, ahora estamos en el tramo final de aprobación del Plan de Ordenación Urbana, que está ya en manos de la Junta y facilitará que cinco o seis empresas puedan hacer ampliaciones de plantilla; de media podemos hablar de cinco empleados cada una.
P: Hablar de La Bañeza es hablar de sus fiestas y tradiciones, ¿cuáles recomendaría a quienes no la conocen?
R: Pocas serán las personas en la provincia que no conozcan el Carnaval de La Bañeza. Incluso hay muchas personas de otros puntos de España que los conocen gracias a las amistades que se crean en las universidades. Ésta, que duda cabe, es nuestra fiesta principal, pero quizá tan conocida o más es la carrera de motos dentro de las fiestas de nuestra patrona. Este año superamos todas las previsiones y además la competición tuvo una repercusión muy importante, llegando incluso a aparecer en el periódico deportivo de mayor tirada de España, el Marca.
A parte de estas celebraciones, para nosotros es muy importante la gastronomía local y la Alubiada, celebrada recientemente, ya que supone la defensa de un producto autóctono muy valorado, además de los museos que se han construido recientemente. La Bañeza ha pasado de no tener ninguno a tener el Museo de la Alajas, la Antigua Harinera de los hermanos Martín Toral, el cual se ha convertido en centro de interpretación de las tierras bañezanas; el Museo Imaginero de Jesús Nazareno y la Casa-Museo Don Ángel Riesco de las misioneras.
Además de esta oferta cultural tan diversa, tenemos el paisaje natural de nuestros tres ríos y nuestros montes, donde se puede practicar desde senderismo hasta la caza y la pesca. Desde el punto de vista etnográfico contamos con pueblos que conservan gran riqueza y que complementan la oferta de La Bañeza con museos como el Alfar de Jiménez de Jamuz, el Arqueológico de Castrocalbón y el de Alija del Infantado.