Se llama José Luis Ulibarri Comerzana, pero lo más probable es que a lo largo de los próximos meses sus numerosos amigos pasen a referirse a él como “ese señor del que usted me habla”. El eufemismo tendrá que ser mayor en esta provincia, de la que se ha convertido en algo parecido al ‘dueño’ a lo largo de los últimos años a través de sus empresas y sus medios de comunicación, pues habrá que referirse también a “ese periódico del que usted me habla”, “esa televisión de la que usted me habla”, “esa constructora de la que usted me habla”, “esa bodega”, “esa empresa constructora”, “esa de suministros de parques de jardines”, “esa otra de servicios sociales”, “de limpieza”…
Se le puede considerar como uno de los sospechosos habituales de todo aquello que tiene que ver con la corrupción en este país. Su nombre, al menos, ha estado presente en las principales operaciones policiales contra la que se ha convertido en una de las mayores lacras de la sociedad democrática. En la Gürtel apareció vinculado a diferentes tramas, aunque finalmente es la pieza separada de Boadilla del Monte, ayuntamiento madrileño en el que empezó la investigación, la que le sentará en el banquillo, previsiblemente antes de que termine el año. La Policía Nacional cree que pagó un millón de euros al equipo de Gobierno que entonces encabezaba otro investigado, el alcalde Arturo González Panero ‘El Albondiguilla’, a cambio de la adjudicación de una parcela de 12.000 metros cuadrados que permitiría la construcción de 139 viviendas de lujo con piscina, trasteros, garajes y pistas de pádel. Por ese motivo, la Audiencia Nacional le pide 7 años de cárcel, fraccionados en tres delitos distintos. No cumplió, además, los plazos de la construcción, pero a pesar de ello el Supremo rechazó la reclamación de más de 4 millones que el Ayuntamiento de Boadilla pedía como indemnización.
Es fácil encontrar una foto de Ulibarri: lo difícil es que en ella no aparezca algún político de esta comunidad Aunque será la de Boadilla la que le siente ante el juez, su nombre salió a relucir en otras piezas de la Gürtel, como la trama valenciana, donde había conseguido adjudicaciones de la televisión autonómica, o la compra del barco del cabecilla Francisco Correa. También el nombre de Ulibarri está detrás de la inhabilitación por 11 años al juez Baltasar Garzón, el que inició la investigación de la Gürtel, pues el magistrado ordenó la escucha de conversaciones entre el abogado de Ulibarri, el fallecido Ignacio Peláez (ex magistrado de la Audiencia) y otros testigos del caso, motivo por el que Pablo Crespo terminó mandándolo a la nevera durante más de una década con la venia de buena parte, concretamente la parte nombrada por el PP, del Consejo General del Poder Judicial.
No ha sido la única polémica que ha envuelto su relación con la Gürtel, pues su mano derecha, Miguel Hernán Manovel García (algunas informaciones apuntaban a que también había sido detenido ayer) había sido cuñado del magistrado Enrique López, que fue propuesto para el caso primero y revocado después por motivos obvios.
El nombre de José Luis Ulibarri apareció también en la Púnica, aunque fuera sin implicaciones directas, a través de los detalles que se han podido conocer del sumario, pues forma parte de las conversaciones entre políticos y conseguidores de cara a conseguir lavar la imagen de unos y garantizar su ascenso dentro del partido… a cambio llenar los bolsillos de otros, ofreciendo el apoyo de sus medios de comunicación.
Esos medios de comunicación son el Diario de León, que adquirió por un precio desorbitado en 2007, El Mundo de Castilla y León (ambos de distribuyen en esta provincia conjunta inseparablemente), El Correo de Burgos o El Diario de Soria (actualmente, fusionado con El Heraldo de Soria), además de varias emisoras integradas ahora en Esradio y la televisión autonómica, de las que es uno de los adjudicatarios y en la que no se celebran reuniones entre los administradores a pesar de que han recibido más de 160 millones de ayudas de la Junta desde el año 2010.
Su nombre, en breve «ese señor del que usted me habla», está en las principales tramas de corrupción A pesar de este historial, a pesar de que hasta ayer era uno de los nombres más destacados de empresarios acusados de comprar a políticos en la mayor trama de corrupción de la historia de este país, para ilustrar cualquier información que tenga a José Luis Ulibarri como protagonista es muy fácil encontrar una foto suya: lo difícil es que en ella no aparezca, sonriendo junto a él, alguno de los políticos de esta provincia y de esta comunidad autónoma, de todos los colores, de todos los partidos, de todas las épocas, locales, provinciales y autonómicos. Los últimos fueron, hace tan sólo una semana, el presidente Juan Vicente Herrera y el supuesto candidato del PP Alfonso Fernández Mañueco, en un acto informativo convocado en Valladolid por El Mundo.Por temor a su poder, a veces de forma real y a veces de forma preventiva, son muchos los que en esta provincia pretenden no infortunarle en sus decisiones, un temor, un poder, que desde ayer está un poco más cercano a su fin. Artículo completo en la Nueva Crónica
David Rubio
Director de La Nueva Crónica