Al caer la noche de este Domingo de Ramos se reunieron en Piedralba las caravanas de la ciudad y de los pueblos vecinos. Pese al frío de la noche, casi medio centenar de personas se dieron cita ante la iglesia del pueblo para acompañar la talla de Jesús Atado en la Columna, portado a hombros, hasta Astorga. Las mujeres de Piedralba recordaron las estaciones memorizadas del Viacrucis con sus antiguas melodías. Las hogueras marcaron la ruta que este año tomó la carretera principal debido a la adversa meteorología de los días pasados.
El silencio del convento de Santa Clara y vecinos de la bimilenaria recibieron pasada la medianoche a los peregrinos y penitentes. La imagen entró a la iglesia conventual para una estación especial en que las monjas cantan al Jesús Atado a la Columna ante los caminantes y representantes de las Cofradías. Allí, de hizo la entrega solemne y oficial de las autoridades de Piedralba a las de Astorga. Y así se reanudó la procesión que, ya de madrugada, ascendió entre los toque de cornetas y tambores de la Banda de la Santa Vera Cruz y Confalón hasta el corazón de la ciudad bimilenaria.
Se ha escogido la talla de Jesús Atado a la Columna, atribuida al escultor Lucas Gutierrez S. XVII, generosamente cedida por la parroquia para esta pocesión. De este modo se estrechan los vínculos de la ciudad con los pueblos vecinos, como cuando no hace mucho tiempo entregó la Semana Santa de Astorga el expresivo Paso de los Durmientes a la parroquía y a la Cofradía de San Justo de la Vega que lo incorporó a la imaginería de sus desfíles procesionales.
La imagen reposa ahora en el Cabildo de la Cofradía de la Santa Vera y Cruz y Confalón. Allí esperará hasta el Martes Santo cuando todas las cofradías celebran el tradicional Viacrucis hasta la Catedral antes de regresar a su hogar en Piedralba.