El jefe de la Policía Local de León define a Gago como “buena policía” y asegura que nunca recibió quejas de ella

El intendente jefe de la Policía Local de León, Martín Muñoz, manifestó hoy que la agente Raquel Gago “era una buena policía” y aseguró que nunca tuvo conocimiento de que se bloquease en situaciones complicadas. No hubo quejas de sus compañeros “ni por escrito ni verbalmente”. De haberse producido, señaló, se habría planteado desde cambiarla de unidad hasta solicitar un reconocimiento para pasarla a segunda actividad.

Muñoz aseguró que le hubiera sorprendido saber que cualquier policía podría verse implicado en el asesinato de Isabel Carrasco. Respecto a Gago comentó que le parece “una persona seria, responsable, de buen trato con los ciudadanos, que no ha tenido ningún problema con nadie”.

Sobre el hecho de que Gago no comunicase a nadie que había estado con las dos primeras detenidas, Montserrat y Triana, poco antes del crimen, Muñoz comentó que debería haber dado parte de lo ocurrido. Respecto a que hasta la mañana del día 14 -el asesinato fue el 12 por la tarde- él no supiera que Raquel tenía el arma en su coche comentó que en principio sí le resultó extraño pero ella le explicó que le habían dicho que tenía que guardar secreto sobre las diligencias.

Por su parte, el jefe de la Brigada de la Policía Judicial de León declaró hoy que “nadie avisó” a Raquel Gago de que en la Comisaría se sabía quién tenía el arma -una policía, según comentó Triana con su madre cuando las juntaron- poco antes de que la agente municipal avisase de que lo había encontrado en su coche y calificó de “casual” el aviso de Gago al respecto.

Él fue quien recibió a los policías llegados de Burgos y los integró en el grupo de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) encargado del caso y declaró, por otra parte, que no se omitió por nada concreto la presencia de los mismos en el domicilio de Raquel Gago y qué está “pidió ayuda y no se trataba de un registro domiciliario al uso”. También dijo que no cree que los policías de Burgos llegasen a ningún pacto con Triana y Montserrat.

La primera sesión de la tercera semana de juicio se abrió con la comparecencia de un policía nacional que participó en el registro del domicilio de Triana, en cuyo salón vio diversas fotografías de la víctima, de otros políticos, un ejemplar de Interviú, fotografías de la fachada del edificio donde vivía Carrasco, marihuana y munición de distinto calibre; parte de ella estaba -distintas cajas- en un cajón y el resto en una habitación, junto al otro arma encontrada en la calle. También participó en el registro de la casa de la policía local Raquel Gago, donde se localizó material informático, unas anotaciones y algún cartucho.