EL Boletín Oficial de la Provincia publica el 20 de abril publica anuncio por el que somete a información pública la solicitud de autorización administrativa previa y el estudio de impacto ambiental de diferentes plantas solares fotovoltaicas.
Vaya por delante que no nos oponemos a las energías renovables, pero sí a esta forma de energías renovables. Queremos modelos de renovables respetuosos con el medio ambiente, de proporciones acordes y con infraestructuras de evacuación soterradas. Queremos proyectos explicados por estudiosos independientes, consensuados con los propietarios y vecinos, que primen nuestro humilde consumo de electricidad, que esa producción de energía prime actividades en nuestros pueblos y que deje, sí o sí, una parte, no una miseria, de los beneficios obtenidos.
Los anuncios antes referidos afectan al municipio de Destriana, con las plantas Valduerna I, II y III. Para el que conozca el lugar se trata de tres proyectos que ocuparían todo el pago del Monte Abajo, unas 800 hectáreas de ocupación directa, anegando de placas solares, más de un millón, nuestros pueblos. En definitiva toda la superficie entre los ríos Duerna y Valtabuyo, prolongándose al municipio de Castrillo de la Valduerna, con cuatro proyectos fotovoltaicos más. Una auténtica salvajada por sus dimensiones y por el nulo respecto al medio ambiente. La guinda envenenada de esta salvajada la completa la infraestructura de evacuación del Nudo Montearenas, que cruza todo el municipio de Destriana en su zona sur, la que quedaba a salvo, y otros municipios, hasta enlazar con la infraestructura de evacuación de Valderrrey.
Todos estos proyectos se hacen de forma fraccionada para no superar los 50 megavatios, porque así se esquiva la tramitación en la administración estatal. Todos estos proyectos, además, los sustentan empresas localizadas siempre en la misma dirección. Y todas ellas, según el Registro Mercantil, tienen un capital de apenas 3000 euros. No sabemos cómo harían frente a estos macroproyectos, que supondrían, de llevarse a cabo, inversiones millonarias. Se nos ocurre pensar que todas esas empresas, localizadas en la ciudad de Ponferrada, no tienen necesidad de venir tan lejos. Que es mejor que llene de placas las laderas que circundan esta ciudad, habida cuenta de sus efectos beneficiosos.
Históricamente nuestros pueblos han sido abandonados por todas las administraciones. A pesar de gestos solidarios, como el Campo de Tiro del Teleno, que hemos soportado durante décadas. Ni siquiera cuando más necesitábamos la ayuda de las administraciones, caso del pavoroso incendio del 2012. Ni tampoco recientemente con el problema del riego de nuestros pozos, que tan bien ha explicado Laureano Rubio, catedrático y valdornés para más señas. Mientras se hacen fuertes inversiones en riegos en el Páramo, Payuelos o Cueza, pagadas también con los impuestos de nuestras gentes, la Confederación Hidrográfica del Duero persigue, casi con saña, la utilización de unos recursos y de unos sistemas de riego muy anteriores a esta Confederación. Damos por sentado que también presentarán alegaciones a estos macroproyectos que afectarán gravísimamente a los cauces del Eria, Jamuz, Valtabuyo, Valduerna y Peces. Asusta ver la diligencia que tienen para actuar contra el débil y cómo ignoran esta salvajada ecológica contra los cauces de nuestros ríos.
En todo este despropósito no han faltado el comportamiento lacayuno de alguna Junta Vecinal y algún alcalde ausente que ha dicho (sic) que estos parques son una oportunidad de volver a dar vida a unas tierras… Tiene que explicarnos cómo van a dar vida si no dejan ni un solo puesto de trabajo estable, será un elemento disuasorio para quien quiera venir a vivir en nuestros pueblos y, además, el precio ofrecido por hectárea supone un céntimo por cada 1000 euros producidos (el 0,01 por ciento). Tal vez este alcalde tenía, cuando hizo las declaraciones, algún problema mental transitorio. La otra cara de la moneda son otros alcaldes y juntas vecinales que, o no se han pronunciado, o bien han informado de forma objetiva. A éstos y no a aquéllos les agradecemos infinitamente su trabajo, su tiempo y sus desvelos. ¡Éstos sí que nos representan!
Duelen también las declaraciones de ese Consejero de Fomento y Medio Ambiente, leonés como nosotros, pidiendo respeto para los macroproyectos de renovables. Habida cuenta de sus efectos salvíficos, le propongo un macroproyecto fotovoltaico que abarque toda la Candamia, de norte a sur. ¡No hay necesidad de traer la energía desde tan lejos! Usted sabe, igual que nosotros lo sabemos, que si esos parques no fueran nocivos, jamás serían levantados en nuestros pueblos.
Esto es un saqueo en toda regla, sin paliativos y sin anestesia. Hecho a plena luz del día. No les basta con vernos abandonados y olvidados. Ahora nos quieren vencidos y humillados. Vamos a parar esta ansia por quedarse con nuestras tierras y convertirlas en un estercolero de renovables. El sueño de acabar nuestros días en nuestros pueblos bien merce esta empresa. Ellos tienen el poder, nosotros la razón. Y llegado el caso, los votos.
Modesto Berciano Berciano (es licenciado en Geografía, Presidente de CSIF LLEIDA y miembro de Alta Valduerna)