IU propone bajar la ratio de alumnos a 25 en Bachillerato, 20 en ESO y Primaria y 15 en Infantil

Izquierda Unida Castilla y León exigió hoy un protocolo “más claro y seguro” para la vuelta a las aulas el curso 2020-2021 y reclamó la bajada de las ratios establecidas, de manera que el máximo alumnado por clase sea de 25 en Bachillerato en lugar de 35, 20 en Educación Secundaria Obligatoria en vez de 30, 20 en Educación Primaria y no 25, y 15 en el Segundo Ciclo de Educación infantil en vez de 25.

Una reducción de ratio que la formación consideró que “permitirá una mayor personalización del proceso de enseñanza-aprendizaje, aumentando el tiempo de atención de los docentes, lo que ayudará a disminuir la tasa de repetición y el abandono escolar con una enseñanza sea más individualizada para cada alumno o alumna”.

Además, para que se pueda llevar a cabo la reducción de ratios, IU apuntó que “es de vital importancia” la contratación de más personal docente para ocuparse de todos los grupos que serán desdoblados, así como personal de limpieza y desinfección. En este sentido cifró en 800 los profesores que se incorporarán este curso a las aulas en Castilla y León, “poco más de medio docente por centro educativo”, frente a loas 11.000 profesionales que contratará la Comunidad de Madrid.

Asimismo, Izquierda Unida reclamó un mayor número de aulas “para garantizar el distanciamiento entre estudiantes” y señaló que en el caso de que no exista dicha posibilidad en algunos centros educativos, “la administración busque o ceda otros espacios que se pudieran habilitar para uso educativo”.

Por otra parte, la formación también calificó como “necesaria” una persona de enfermería escolar para detectar si algún alumno o trabajador tiene gripe, constipado o son portadores del COVID-19 y así “saber de qué manera proceder sanitariamente en cada uno de los casos que se puedan dar”, para lo que “resulta imprescindible una mínima atención sanitaria en los centros educativos”.

En definitiva, Izquierda Unida Castilla y León exigió que la vuelta a las aulas se produzca “sin riesgos para alumnado, familias y profesorado y con garantías para afrontar una educación de calidad”.