El periodista Rafael de la Torre compartió este viernes la velada de ‘Panorama desde la Muralla’ en la Casa Panero en la que compartió su peripecia personal como periodista, lo vivido en el periodismo, qué momentos ha vivido del periodismo, el momento actual y el futuro de la información. “Actualmente se envían 2,9 millones de correos electrónicos por segundo, se suben a YouTube 2 horas de vídeo cada minuto. Se publican 50 millones de tuits a diario y los usuarios pasan conectados alrededor de 700.000 millones de minutos en Facebook al mes”.
“La calidad informativa de ahora no tienen nada que ver con la calidad de antes, antes las noticias iban bien montadas con planos de recurso, música. Hoy en día no, porque antes sobraban redactores y montadores. Hoy en día el redactor va con la cámara y la monta y la edita”, subraya el periodista.
Para De la Torre, el momento más importante que ha vivido dentro de la historia del periodismo español fue la Transición, “he tenido la suerte de ser periodista en un medio como la Ser, un medio que pasó de entretener a ser un medio eminentemente informativo. Allí comenzamos a manejar una información de la que no tenías experiencia pues te lo daban mascado a través de Radio Nacional de España, de pronto te encontrabas con ese mundo fabuloso de la libertad de expresión. Tuvimos que improvisar todo, menos los sentimientos. Estaba en el sitio justo y en el lugar oportuno, pasamos de una dictadura a una libertad total y vivimos los años más importantes de la libertad informativa”, que fueron los años finales de la década de 1970 y los primeros de la década de 1980.
“El periodismo electrónico es una marabunta que nos puede dominar, los medios tradicionales hacen lo indecible por combinar el periodismo antiguo y el periodismo nuevo. Por un lado un periodista que dedica tiempo a una información, y por otro lado periodistas que están todo el tiempo manteniendo el interés informativo enfocado a un tema”, y alude a la película Spotlight, que narra las vicisitudes de un grupo de reporteros que destapa un caso de pederastia dentro de la iglesia de Massachusetts.
Panorama informativo
No obstante, el periodismo ahora ha cambiado, tal y como indica el exdirector de informativos de Televisión Española, “internet ha cambiado el panorama informativo, ha puesto la información al alcance de la mano, cualquiera es periodista, o puede serlo. Las redes sociales han cambiado la manera de producir y de realizar, lo que antes necesitaba un tiempo, ahora se produce de manera instantánea”. Señala que ahora está “limitado” el punto de vista creativo. “La información es hoy un material superabudante que se transmite de manera instantánea y que corre el peligro de convertirse en mera mercancía sin ningún tipo de atributo intelectual”, indica el periodista.
“Me acuerdo que después de hacer televisión, hice 10 años de excedencia. Dejé la televisión con máquinas de escribir y el autocue -teleprompter- era una chica que iluminaba unos textos que se veían reflejados delante de los presentadores. Cuando me incorporé todo eso había desaparecido: ya no tenía que buscar imágenes en el archivo, nadie editaba por mí, se graba en el momento. Todo eso ha transformado el periodismo”, señala.
Hoy en día el formato del 90% de las noticias de televisión es formato teléfono móvil, “ya no se mira la calidad”. Desde el punto de vista racional “hoy no sabemos qué es verdad o qué es mentira”, porque internet “falsea” la realidad, pero “ya no hay tiempo para meditar lo que escribes o contrastar las fuentes porque la propia información te está exigiendo que la pongas en el mercado en el mismo momento que se produce”, sucede la posverdad. Incluso señala que se está creando una agencia de datos para descubrir qué información es verdad o mentira.
Sobre ‘Fuegos curzados’
De igual manera, el veterano comunicador, que se declara un enamorado de El Bierzo y Astorga, ha centrado su nueva novela Fuegos Cruzados en la posguerra española, con personajes que “unieron y confundieron sus pasos en una encrucijada de caminos que van desde Castilla la Vieja y Trasomontes hasta los Picos de Europa; desde la Tierra de Campos a más allá de las pizarras de la Cabrera y los barrancos de las Médulas”, tal y como expresa el propio autor en su libro.
La historia del periodista cordobés y Astorga se remonta a sus años de juventud, cuando estudió en el seminario de Almagro gracias a una beca concedida por una mujer de Astorga, “que nunca supe quién fue”. “Allí había chicos de Bembibre, de Riaño, todos becados por la misma señora, que daba estudios a las zonas deprimidas de Andalucía o León”. Hoy en día el Bierzo es parada obligatoria en el discurrir del periodista y del Bierzo son los protagonistas que en la novela acaban llegando hasta Roma o México. Se trata de relatos independientes, pero engarzados a través de los personajes que hilvanan el relato hasta crear una narración total.
pues si señor de la torre, desgraciadamente el concepto fast food se ha extendido a prácticamente todos los aspectos de nuestras cada vez más anodinas vidas occidentales. Si la cosa no cambia, que no lo parece, llegará un momento en que todo será tan sencillo y efímero, o caótico, vaya usted a saber, que no merecerá la pena ni luchar por un gramo de aire.