La Comunal de Val de San Lorenzo acogió este sábado 26 de noviembre el taller de indumentaria y joyería del Bajo Órbigo, a cargo de Javier Casas Martínez, de Alija del Infantado. Ocho vecinos del pueblo leones acompañaron al ponente ataviados con los trajes y joyería tradicional de esta región leonesa.
Miguel Ángel Cordero, director de La Comunal, presentó Javier Casas, así como David Álvarez Cárcamo, quien realizó una pequeña introducción sobre el valor de la indumentaria y la joyería tradicional, la importancia de su mantenimiento y lo perentorio de su documentación, exhortando a los presentes a colaborar con los investigadores.
Javier Casas expuso este sábado en Val de San Lorenzo las diferentes piezas que componen la rica indumentaria de Alija y sus alrededores. Pudieron verse ejemplos de su famoso traje de gala antiguo, compuesto por manteo pajizo de estameña, con picado en paño fino negro, acompañados de los pañuelos de tiber de color rojo y los mandiles de pescadero verdes; el traje, menos arcaico, de gala, con manteo negro de paño con pedrería de abalorio, mantón del ramo y pañuelo de seda o trajes más sencillos, de fiestas menos importantes o de domingo, con manteos de estameña sin decoración y pañuelos de merino o de algodón.
También pudo disfrutarse de un traje antiguo de hombre, compuesto por las bragas de paño, el chaleco de paño avinado con bordados, denominado armador en Alija y la camisa de lino bordada en blanco, diferente a las femeninas, bordadas con colores, pero ambas con gran dificultad en su ejecución y primor en su rico bordado.
Destaca la riqueza de la joyería tradicional, compuesta con aderezos de plata, como relicarios, santos preñaos y avellanas, enfilados con corales y piedras de pasta vítrea en las collaradas que, desde hace más de un siglo, han hecho famoso el aderezo de las leonesas de comarcas como el Bajo Órbigo, El Páramo y La Maragatería. Pendientes como los de calabaza, destacables por su rica labor de filigrana, completaban el retrato de estos indumentos ribereños.
El acto se cerró con una pequeña actuación para celebrar Santa Cecilia, patrona de la música. Para ello, Javier Casas y David Álvarez interpretaron algunas piezas procedentes del propio Alija, que fueron bailadas por varias de las personas ataviadas con los trajes y de Garueña, localidad omañesa, que tuvo unas tocadoras de pandereta que mantuvieron y transmitieron el repertorio de la comarca de Omaña.
Por parte del Ayuntamiento, el concejal José Antonio Suárez agradeció a todos los componentes del acto su presencia en Val de San Lorenzo para dar a conocer su rica indumentaria. Les hizo entrega a todos ellos una publicación del propio consistorio valuro.