Incertidumbre ante una ‘vuelta al cole’ en la que padres, profesores y directores piden la reducción de las ‘ratios’ en las aulas

Los tres colectivos, partidarios del retorno presencial a los centros, piden a la Junta nuevos espacios para desdoblar grupos y cumplir así con las medidas de seguridad y protocolo frente al COVID-19
Foto de archivo durante el estado de alarma en León por el Coronavirus. En la imagen, el Instituto de Educación Secundaria Ordoño II sin actividad docente presencial

Carlos Tabernero/

Incertidumbre. Esa es la palabra con la que definen la situación ante la ‘vuelta al cole’ tanto las asociaciones de padres y madres como los directores de los centros educativos y los sindicatos, que defienden los intereses de profesores y personal de administración y servicios de los colegios e institutos de Castilla y León. Todos ellos consideran que “se ha actuado tarde” y se ha “sobrecargado de responsabilidad” a los equipos directivos de los centros para poner en marcha unas medidas de seguridad y protocolo que aún hoy no tienen claro que se puedan cumplir en todos los colegios e institutos de la Comunidad Autónoma, especialmente en los de los municipios más poblados, por la “insuficiente” reducción de ‘ratios’ de alumnos por clase y por la falta de espacio en las aulas para que los estudiantes mantengan la distancia de seguridad. Sin embargo, cada uno de estos colectivos también defiende la vuelta presencial a las clases porque “la educación ‘online’ se ha mostrado insuficiente” y porque “los niños necesitan ir al colegio”.

Así lo argumenta el presidente de la Confederación de Federaciones de Asociaciones de Padres de Alumnos de Castilla y León (CONFAPACAL), David Moya, que afirma que “la vuelta a las aulas es fundamental” porque, en opinión de los padres y madres de la Comunidad, “la educación ‘online’ fue un fracaso y los niños necesitan sociabilizar y contar con el referente del profesor”. Además, recuerda que “las familias tienen que conciliar”, puesto que, aunque se han establecido medidas como excedencias o reducciones de jornada, “no dejan de ser parches” y, al fin y al cabo, “la situación ideal es que cada uno podamos estar donde tenemos que estar”.

“Cuanto menos hay que intentarlo”, continúa esgrimiendo el presidente de CONFAPACAL, reconociendo, no obstante, que “ahora mismo hay incertidumbre y temor” por el aumento de la incidencia del coronavirus en la Comunidad que hace que haya familias que “están pensando en no llevar a los niños al colegio o están pidiendo que el protocolo sea más amplio”. En cualquier caso, y aún manifestando que “algunos protocolos son mejorables” a través de “una reducción de las ‘ratios’ y la presencia de personal sanitario en los centros”, Moya sentencia que “la mayoría quiere llevar a sus hijos al colegio” al ser lugares “bastante preparados por lo que hemos visto”.

De ello se han encargado los equipos directivos de los centros. Así lo señalan los sindicatos y la propia Asociación de Directores de IES de Castilla y León (ADICALE), cuya presidenta, María Quintana, relata que sobre ellos ha caído la “tremenda responsabilidad” de implementar las medidas anti-COVID durante un verano sin vacaciones. “Somos muy responsables, ninguno ha abandonado el barco, pero los cambios de rumbo de las Administraciones nos han hecho muy difícil el trabajo”, explica Quintana, quien reconoce haber tenido que rehacer el cupo por clase “varias veces”.

Es por ello que también alude a la “incertidumbre” como sensación principal entre directores, padres y profesores, sobre todo por un panorama actual del virus “muy diferente al de junio y julio”. “Hay bastante temor entre la comunidad educativa y los padres nos llaman para preguntar por las medidas”, refiere la presidenta de ADICALE, quien recuerda que, a pesar de la aplicación de las mismas, para lo que han hecho “todo lo posible”, el riesgo cero “no existe”. Aún así, señala que los directores entienden el regreso a las aulas como “necesario” y piden para ello a los responsables sanitarios que “garanticen la vuelta segura con las medidas que han impuesto” y a los dirigentes políticos que se planteen “escalonar el inicio en los institutos”, como forma de “hacer más fácil la explicación a los alumnos de las nuevas medidas, de la forma de actuar y de la señalización”.

‘Ratios’ reducidas y más espacios y profesores

Por su parte, el profesorado y el personal de administración de los centros también afrontan con incertidumbre la vuelta a las aulas. Un regreso que, en el caso de estos dos colectivos, ya se ha producido durante esta primera semana del mes de septiembre y que ha permitido que “se vayan familiarizando con el nuevo funcionamiento” y que hayan detectado ya los primeros problemas en los protocolos, como explica a Ical la portavoz del sindicato STECyL, Christina Fulconis: “Hay aulas donde no se cumplen las medidas de distancia de metro y medio y hay profesores que son colectivo sensible, por patologías de riesgo, y tienen la incertidumbre de no saber si se les va a destinar a otras tareas o van a tener que acudir a las clases que en breve van a comenzar”.

En el mismo sentido se expresa la presidenta de ANPE en Castilla y León, Pilar Gredilla, quien recuerda que estos docentes “deberían estar amparados por la Ley de Protección de Riesgos Laborales” y eso puede suponer merma de profesores en el aula para las ya exiguas plantillas que acometen una multiplicación de grupos para cumplir con las ‘ratios’ de 22 alumnos por aula para Educación Infantil y 25 en Educación Primaria, Secundaria y Bachillerato. Unos cupos que, por otro lado, desde ANPE critican que no sean comunes a todo el territorio nacional, ya que “el Ministerio no ha ejercido su liderazgo fijando un protocolo común y ahora hay 17 distintos”. E incluso el inicio del curso “hay lugares donde se está retrasando”, por lo que Gredilla pide a la Junta “que se lo plantee, porque lo más importante es garantizar la seguridad” de alumnos y profesores.

También crítica con el Gobierno se muestra la presidenta del sector autonómico de Educación en Castilla y León de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), Isabel Madruga, porque “tras muchos meses pidiendo que haya un plan con diferentes escenarios para la vuelta a la actividad docente presencial, llega el día y ese plan no está encima de la mesa en una situación tan crítica”. Y es que desde CSIF consideran que “no se ha contado con el profesorado para consensuar un plan en las conferencias sectoriales de Educación y ahora nos dejan a los pies de los caballos y con instrucciones contradictorias” en materias como Salud y Riesgos Laborales en las que, además, como recuerda Madruga, “los docentes no somos expertos”. Sin embargo, y aún insistiendo en realizar “una reducción de ‘ratios’ y un incremento de profesores” para lo que hace falta “inversión”, desde CSIF son partidarios de volver a las aulas porque “si de algo ha servido esto es para poner en valor la educación presencial frente al caos de la ‘online’”.

En la misma línea se expresa la secretaria de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (CCOO) en Castilla y León, Elena Calderón, que es tajante al afirmar que “el curso debe empezar, pero debe empezar seguro”. Y es que Calderón asegura que “hay medidas sanitarias que no se están cumpliendo en los centros” como la distancia de seguridad, de 1,5 metros, que en determinadas aulas de algunos colegios e institutos “son imposibles de cumplir si quieren tener a 25 alumnos”. Es por ello que, como el resto de sindicatos, insiste en la necesidad de “reducir las ‘ratios’ y buscar espacios nuevos”, especialmente en los núcleos urbanos y para la Formación Profesional, porque “si no se desdoblan grupos en los talleres con turnos de mañana y tarde, no hay espacio”.

Problemas que se están atendiendo “sobre la marcha, como en Sanidad”, tal y como revela la secretaria de Enseñanza del sindicato FESP-UGT en Castilla y León, Beatriz García, quien reclama a la Junta “prever los problemas antes de que puedan surgir” pero sin retrasar el inicio del curso, puesto que eso “retrasaría aún más la toma de decisiones”.

“Nuestra reivindicación principal es la vuelta presencial pero segura, y la única medida garantista a día de hoy es que haya pocos alumnos en aulas muy grandes y, si el aula es muy pequeña, que se busquen espacios públicos para desdoblar las clases”, resume García, quien en ese sentido alude a las nuevas medidas preventivas en Valladolid y Salamanca como “incongruentes” con la decisión de “meter a 25 niños en un aula pequeña” pero ofrece, no obstante, la “colaboración” de los sindicatos porque, por desgracia en este nuevo curso, “hay que convivir con el virus y adaptarnos”.

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