El líder de Podemos y candidato de Unidas Podemos a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias, lamentó este viernes que España haya vivido estas semanas la campaña electoral “del odio y del ridículo” en el que algunos, dijo, se han dedicado “a ver quién dice la parida más grande o hace más el payaso pero la gente no es idiota”.
“Nosotros no faltamos al respeto, ni tuvimos que insultar a nadie para defender nuestras propuestas”, argumentó mientras reprochó a sus contrincantes presentar “el programa de vótame a mí para que no gane el otro”.
Iglesias afirmó que su formación “ha demostrado a este país que nosotros no tenemos precio. A nosotros no nos compra nadie. Y lo que pasa cuando no te compra nadie es la policía patriótica. ¿Si la política no sirve para cambiar las cosas por qué funciona la brigada patriótica?, cuestionó.
Iglesias volvió a reclamar al PSOE que diga que no va a pactar con Ciudadanos. “Sánchez sabe que va a haber presiones de los poderes económicos e incluso de gente de dentro del PSOE para hacer cualquier cosa antes que permitir que haya un Gobierno con gente de Podemos”, aseguró antes de decir que eso se va a poder comprobar en los próximos días.
Además, se mostró orgulloso de ser español, por ejemplo, por la movilización de las mujeres el 8 de marzo. “Eso hace a España grande, mucho más que cualquier bandera. Algunos tienen la bandera muy grande pero se les olvida la palabra España cuando les hablamos de contratos de autónomos, de rebajar la edad de jubilación en determinadas profesiones, cuando pedimos una renta mínima de 600 euros y cuadno hablamos de pobreza”.
Antes de iniciarse el acto que tuvo lugar en un abarrotado auditorio Ángel Barja del Conservatorio de Música de León, Pablo Iglesias se dirigió, megáfono en mano, a las numerosas personas que permanecían en el exterior del recinto y que no pudieron acceder a él por falta de espacio.
Las intervenciones de los líderes de Podemos fueron precedidas de representantes de diversos ámbitos de la sociedad leonesa, como el portavoz de la plataforma pro-Conservatorio de Música o un ex trabajador de la factoría de Vestas, quien comentó que la compañía pagó con “una patada en el culo” las ayudas millonarias recibidas por la multinacional danesa.
También aportó su testimonio una trabajadora que habló de la compañía Embutidos Rodríguez a la que reprochó “haber convertido la precarización laboral en un balance de beneficios” y una trabajadora de ayuda a domicilio que definió al colectivo como “las nadie”, con unas condiciones laborales muy precarias. En nombre de los pensionistas intervino Enriqueta, para poner de manifiesto, por ejemplo, que más de dos millones de mujeres que perciben pensiones viven por debajo del umbral de la pobreza.