El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, aseguró hoy que Castilla y León está un “poquito más lejos” de alcanzar la nueva normalidad ante el aumento “vertiginoso” de contagios en el grupo de jóvenes de 15 a 29 años, que llevó este jueves a la Comunidad a notificar 696 casos de COVID-19. No obstante, destacó que este incremento “preocupante” de la incidencia en este colectivo no se ha traducido en más presión asistencial.
En la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno, Igea explicó que el grado de preocupación de la Junta es “bajo”, porque ninguna variante de las existentes tiene una letalidad, si bien indicó que la Comunidad endurecerá las restricciones si se registran enfermos graves y la incidencia tiene repercusión sobre la asistencia sanitaria.
Al respecto, el vicepresidente indicó que en poco más de una semana se han duplicado los contagios, pasando de los 157 del 20 de junio a los 312, mientras en el resto, por encima de 60 años y vacunados, la tendencia es descendente de manera clara y sostenida. Además, apunto que entre los de 30 y 39 años la curva se ha estabilizado.
De esta forma, Francisco Igea auguró que el número de casos se duplicará si no surten efecto las recomendaciones y las medidas, que se estudian por la ponencia de alertas del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, ya que la pendiente de subida es “muy pronunciada”. De esta forma, se remitió a la decisión que adopte próximamente este órgano sobre, por ejemplo, el ocio nocturno para aplicarlas en Castilla y León, como ocurrió hace un año cuando todas las autonomías cerraron el ocio nocturno.
En su opinión el fin del curso escolar, el aumento de los contactos y la movilidad, junto con una relajación en un grupo que señaló se siente “inmune”, junto con el “agotamiento” de la población ha generado una “tormenta perfecta”. Además, cuestionó un “nuevo triunfo anticipado” sobre la pandemia con la llegada del periodo estival.
Aunque hasta el momento no se ha producido un incremento de los ingresos y de la hospitalización, que sigue por debajo de los 100 pacientes ingresados. Por ello, recomendó a los jóvenes que extremen el cuidado en el contacto social, que eviten en lo posible situaciones de riesgo y quitarse la mascarilla, porque les recordó que no solo se ponen en riesgo ellos, sino también a las personas no vacunadas y las que pese a estar inmunizadas, el producto puede presentar un fallo.
Igea explicó que la mortalidad en este grupo es “escasa” y recordó que en la pandemia 13 personas menores de 30 años fallecieron porque indicó que nadie está “exento al 100 por 100”. Por ello, defendió que se extremen las medidas de prevención y de aislamiento y consideró “importante” que se cumplan los periodos de aislamiento, que recordó son obligados aunque se tenga una PCR negativa si se ha tenido un contacto estrecho con un positivo.
De momento, los cribados se mantendrán solo en León, aunque no se descarta extenderlos a otras provincias si fuera necesario, según dijo Igea, que confió en que la situación se revierta cuando se avance en la vacunación de estos grupos de jóvenes, como ha ocurrido entre las personas mayores.
Finalmente, el vicepresidente defendió las medidas de seguridad adoptadas en torno a los campamentos juveniles y descartó que sea necesario recordar a los alcaldes las medidas de control sobre la mascarilla y la distancia social, así como sobre los aforos en espacios como los locales de ocio nocturno.