Huesos y millones

Las redes sociales, lo que hasta hace poco eran los mentideros y tascas populares, ardieron durante una jornada entera a raíz de las declaraciones de la senadora del PP por León, Esther Muñoz. Lo que al parecer fue una frase desafortunada y sacada del contexto del rifirrafe parlamentario: «15 millones de euros para que ustedes desentierren unos huesos»; despertó la hidra de mil cabezas de todo el entorno político y social de la izquierda más ultramontana. Ay, la que se armó.

Los cargos políticos socialistas y del comunismo llamado Izquierda Unida a nivel provincial y regional desplegaron todo su aparato propagandístico para presentar a esta joven patricia como una representante de una España que ya fue y no existe, salvo en las mentes de una determinada capa social sedienta de revancha e insaciable hasta más no poder. Sí, la senadora Muñoz, a quien conozco poco pero suficiente, no se explicó adecuadamente y pareciera que le importaba un pimiento que aún hoy en día existieran fosas por esos caminos de Dios. Una indecencia de todas todas, pues todo el mundo tiene el derecho de saber qué fue de sus familiares, dónde están sus restos y darles el homenaje o despedida correspondiente.

La senadora Esther Muñoz ha colaborado en ocasiones a localizar restos y desatascado burocracia al respecto. Pero eso no le exime de reconocer que queriendo protestar por una partida que a ella y su partido le parecía voluminosa, 15 millones de euros, pareciera que la crítica y el desdén era su destino y no al revés.

Sirva este ejemplo que ha incendiado, como dice el periodista de provincias, las redes sociales durante este miércoles, una vez más de ejemplo para demostrar también que son canales efectivos de rápida comunicación, son medios, pero lo importante es el qué, el mensaje. Y ahí precisamente es donde todo el entramado se tambalea. Las redes no son periódicos, no son medios profesionales que cuidan el mensaje. El circo ha ganado.

ABC

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