La guerra que Astorga Redacción ha declarado a nuestro medio, desde el mismo día que abrimos las puertas y simplemente por constituirnos en su competencia como periódico digital y un medio más con quien repartir la publicidad, se va acercando a lo malsano; es ya, por su parte, la historia de una obsesión.
Comenzaron comprando, poco antes de que iniciáramos nuestra actividad, la marca Astorga Digital, pues alguien les sopló que así nos íbamos a llamar. Algo lógico teniendo en cuenta que nuestro periódico en el Bierzo se llama El Bierzo Digital… ¡Hasta le pusieron de nombre a su editorial -de papel- ASTORGA DIGITAL!
Por cierto, nuestro editor es astorgano, tiene casa en Astorga, donde está empadronado y paga sus impuestos, donde vota, aunque durante la semana resida en Ponferrada, eso sí, con idas y venidas frecuentes… ¡son 65 kilómetros! Los accionistas de Astorga Digital son astorganos, si bien también hay bercianos que han querido apostar por este proyecto, no veo que tiene de malo, así que no entiendo por qué el columnista de cabecera de Astorga Redacción intenta desprestigiarnos por ello, insinuando que somos extranjeros.
La segunda artimaña para atacarnos fue la de lanzar el bulo de que somos una “gran empresa”, frente a ellos, unos “pobres trabajadores”, vamos, capitalistas contra obreros, Goliat frente a David, una cantinela con la que recorrieron comercios y ayuntamientos de la zona en su obsesión por perjudicarnos, en este caso vetándonos la publicidad. De acuerdo, Astorga Redacción son solo una periodista y su marido, un profesor de Secundaria. Nosotros somos algunos más, cuatro periodistas y una comercial, pero con sueldos modestos, supongo que como los suyos, pues Diario de Astorga es una pequeña empresa en la que sus accionistas son ciudadanos de a pie, a los que les gusta el periodismo, y que en su día decidieron destinar unos ahorrillos a este proyecto, al objeto de ponerlo en marcha. Vivimos básicamente de la publicidad, como cualquier otro digital.
El siguiente ataque consistió en una campaña de descrédito contra nuestro editor, campaña en la que involucraron a la periodista municipal, un cargo de confianza, personal eventual, simplemente por haber trabajado en su día para Noroeste en Red, nuestra empresa matriz, y para su agencia de Comunicación y Marketing en el Bierzo. Recuerdo que todos los partidos -todos, incluido IU- tienen periodistas contratados como cargos de confianza en administraciones nacionales, regionales, provinciales y locales. Su trabajo finaliza con el de la persona para la que trabajan, con la legislatura. La responsable de Astorga Redacción bien lo sabe, ella misma ha sido cargo de confianza, al igual que yo.
Después, me tocó a mí. Gané el premio ‘Maite Almanza, Ciudad de Astorga’ de Periodismo -por cierto, me presenté yo, nadie me propuso- , y como mi editor estaba en el jurado tuve que aguantar veladas acusaciones de favoritismo por parte de Astorga Redacción. Cuando se remarcó que mi editor se abstuvo en la votación, que la decisión del jurado -compuesto por periodistas- fue tomada por unanimidad, con luz y taquígrafos, tuvieron que recular, aunque el daño ya estaba hecho, ya se sabe, “difama que algo queda”.
Ahora el problema es la publicidad. Aclaraba ayer Astorga Redacción que en año y medio recibió 6.000 euros del ayuntamiento de Astorga en publicidad, ¿y en el otro medio año que nos falta hasta dos?, ¿Y cuando las facturas se pagaban a la responsable como autónoma antes de constituirse en empresa? Porque ya de dar los datos, darlos todos.
A nuestro periódico el anterior gobierno municipal no nos dio ni la cuarta parte de publicidad que le otorgó a Astorga Redacción. Nos quejamos, de nada valió. Pero, desde luego, no comenzamos una campaña de descrédito contra la competencia o contra la institución. Hay ayuntamientos de la zona que este año no nos han puesto ni un euro en publicidad mientras sí lo han hecho en Astorga Redacción. Hospital de Órbigo, gobernado por el PSOE, es uno de ellos -de hecho, no nos ha puesto ni un euro desde que abrimos- ; Benavides, gobernado por el PP, es otro. ¿Les hemos dejado de tratar objetivamente? ¿Les hemos advertido que su actitud tendrá ‘consecuencias’? ¿Hemos insultado a quienes sí les ponen publicidad? ¿Hemos llamado a arrebato a nuestros amigos, incluso a nuestra familia, para escribir en contra de nuestra competencia? La repuesta de todos es sabida: No.
Violeta R. Oria. Directora del Diario de Astorga-Astorga Digital
como siempre el sistema provinciano / caciquil astorgano sale a relucir. Siempre que alguna empresa de fuera se ha interesado por instalarse en astorga se han puesto trabas ya sea desde el propio ayuntamiento, o desde los comercios locales. Por lo que se ve, lo mismo ocurre con los medios de comunicación. Tratar de desprestigiar a este medio por el simple hecho de tener la matriz en el bierzo es de una simplicidad increible. La competencia es buena y los paises más avanzados lo son, entre otras cosas, porque hay competencia. Es algo que por lo que parece, en astorga muchos se niegan a aceptar creyendo que esto es su cortijo particular. Para ellos cuantas menos cosas cambien mejor.