Historia de una deslealtad

La cabeza de lista socialista explica detalladamente su versión sobre el conflicto larvado en su partido

Son muchos los astorganos que me piden que les explique una serie de acciones descalificaciones e insultos, que, incluso  en periodo electoral, han lanzado contra mí determinados personajes  ligados a mi propio partido, y que han sido claves para explicar los malos resultados electorales. En atención a ellos, y también por respeto y afecto a aquellos que nos han votado, quiero realizar un relato de mi versión de los hechos, tal como los he vivido.

Elecciones 2011:

El entonces alcalde, J.J.A. Perandones, quizá intuyendo que podían perderse las elecciones, me nombra  candidata. No hay primarias; no se consulta a ninguno de los 36 afiliados. La candidatura se mantiene en secreto hasta pocas fechas antes de los comicios. No se me permite elegir a los concejales, cuya lista se me impone, siguiendo las mismas pautas de todas y  cada una de las elecciones anteriores.

Se ganan las elecciones de 2011:

Nada más conocer los resultados se nos propone que pactemos con el PP, con el objetivo básico de dejar de lado a Pablo Peyuca González.

No admitimos pactos, no quiero guerras. Empiezan los problemas.

Legislatura.

Durante toda la legislatura se ha pretendido manejar la labor de gobierno indicando de forma directa o indirecta el camino a seguir, especialmente en temas relacionados con turismo.  Se me presiona también en materia de obras; tampoco lo acepto, porque en primer lugar defiendo los intereses de Astorga. Y a medida que me niego a ser manipulada crece el malestar con parte de mi grupo político.

Como alcaldesa decidí tomar mis propias decisiones y asumir los riesgos. La guerra que antes era soterrada se vuelve abierta. Se comienza a desestabilizar  la Junta de Gobierno y a los concejales principalmente a través de Juan Simón, que siendo concejal de Deportes y teniente alcalde tomaba decisiones contrarias a la buena marcha del Ayuntamiento, que no solo me afectaban a mí como responsable última, sino también a algunos funcionarios contra los que desató una guerra irresponsable y estúpida.

Puse los hechos en conocimiento de la ejecutiva local donde me dieron largas, cuando no se me respondió con vaguedades, palabras irrespetuosas y amenazas veladas.

Por esa época, como Alcaldesa y Secretaria General del PSOE en Astorga quise comenzar a preparar la nueva candidatura con los militantes y la ejecutiva. Fue imposible, pues continuamente se posponía el proceso, sin razones claras. En diciembre de 2014, a mis espaldas, saltándose todas las normas seguidas hasta entonces, se preparó una candidatura fantasma.

Me reuní con el candidato y le confirmé que iba a presentarme tal como estipulan las normas del Partido Socialista. Hablé también con el secretario Provincial, el secretario de Organización, y el secretario Autonómico y recibí su apoyo.

Al comprobar luego que esa candidatura fantasma era obra de buena parta de la Ejecutiva, maquinada a mis espaldas de forma antidemocrática, presenté mi dimisión como secretaria General. Se nombró entonces una Gestora, tal como determinan los estatutos del Partido en situaciones similares.

Una vez confirmada como candidata oficial me pongo a la tarea  de elaborar una lista para las elecciones municipales, reuniendo a personas de mi partido e independientes, hombres y mujeres cualificados por su gestión profesional y su visión social; una candidatura de altura profesional y ética.

En precampaña y durante la campaña, se empiezan a publicar una serie de escritos firmados por algunos miembros de la ejecutiva disuelta y algunos militantes; textos difamatorios, ofensivos e insultantes hacia el Partido Socialista, la alcaldesa, el secretario Provincial Tino Rodríguez, y a todos y cada uno de los miembros de la candidatura.

A ninguno de estos escritos hemos querido contestar, confiando en que su autor se daría cuenta de la deslealtad y el daño que estaban haciendo a las personas,  a la ciudad y a ellos mismos. Por respeto a los astorganos, no hemos querido entrar en una campaña barriobajera de insultos y falsedades, sino explicar datos de la gestión y del programa electoral.

Resultados electorales.

De nada sirvió el silencio. Los difamadores siguieron ensuciando todo, hasta el punto de afectar a mi modo de ver al resultado de las elecciones que se perdieron para el Partido Socialista. Y para una ciudad.

Queridos vecinos, queridas vecinas, algunos a los que he podido explicaros esta situación os extrañáis que no la haya hecho pública antes. No he querido contarle a nadie los problemas que existían, confiando en que así, quizá, podrían arreglarse. Como cuando uno sabe que su hermano ha cometido un error o tiene problemas graves y prefiere buscar soluciones guardando y sufriendo en silencio la situación. Esos personajes desleales han sido mis compañeros de varias décadas de vida al servicio de la ciudad.

A los otros, a los que sabéis solo su versión torcida os cuento hoy los hechos. Si ha habido falta de democracia ha sido por parte de estos señores. Si se ha jugado sucio ellos son los que lo han hecho.

Y todo por qué, os preguntareis muchos.

¿Intereses? ¿Envidias? ¿Ambición? ¿Compromisos pactados? ….Tampoco mi valía es tanta como para derrochar esta tremenda energía contra mí.

Alguno me ha dicho que según relata Joaquín Carro, correveidile oficial del grupo difamador, el desproporcionado, agresivo, coordinado y costoso ataque se debe a mi mala gestión y pone de ejemplo que no se ha aprobado el Plan General de Urbanismo, ni el Pliego de las Basura. Pero creo que todos conocéis que esos problemas se arrastraban de la legislatura anterior y los tenía que haber gestionado precisamente él. Además, en sus escritos no se habla de gestión solo se ofende, descalifica o ultraja.

Problemas, los ha habido; heredados unos, nuevos otros, No ha sido fácil resolverlos todos; la nueva legislación, la situación de la Diputación de León, la mala práctica de una oposición del PP que parece que contó durante gran parte de la legislatura del apoyo tácito de gentes  que invocan la democracia pero que ni son socialistas, ni demócratas, ni han sido decentes. Con sus escritos, con sus palabras han dañado a nuestra candidatura socialista y han hecho gratis la campaña para el Partido Popular.

A estos personajes les digo que lo que han hecho no se hace con nadie. Su actitud ha sido una verdadera vergüenza, con deslealtad, juego sucio y falta de democracia. Con su actitud se han definido a ellos mismos. Y confío en que se den de baja cuanto antes de un Partido-el Partido Socialista- cuyos  lemas son la honradez y la solidaridad.

Este es mi relato, muy resumido. No tendré problemas en ampliarlo si en algún momento es necesario. Sólo quiero que quede constancia de cómo han sido los hechos, de mi permanente posicionamiento en defensa de los intereses de Astorga, anteponiéndolos a los de otros, y de mi gratitud a todos los que confiaron y confían en mí.

Victorina Alonso

Alcaldesa en funciones de Astorga,

 

 

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2 comentarios en “Historia de una deslealtad

  1. Como observador imparcial de la situación vivida, me apena que todos estos hechos y circunstancias se produzcan en unos momentos en que la ciudad necesita ayudas y apoyos de todas las fuerzas políticas, no disensión y luchas intestinas. Es indudable que las turbulencias de precampaña (y aún en la misma campaña) han afectado notablemente los resultados del PSOE, cuyo suelo electoral nunca bajaría en circunstancias normales de 5 concejales. A nadie se le oculta que el socialismo astorgano ha quedado tocado severamente y la solución, al menos a medio plazo, sería encontrar una figura nueva, joven y al margen de las luchas intestinas. Desde mi punto de vista de analista político de muchos años, se me antoja la mejor solución para entrar en una dinámica de normalidad y que el PSOE astorgano volviera a encontrar su verdadero camino. Es necesario para la ciudad, pues no en vano, a lo largo de muchos años, ha sido junto al PP, la fuerza más votada por los astorganos.

  2. Por omisiòn o desconocimiento,la señora Alonso,permitiò a sus concejales cosas que han llevado a la desintegraciòn del PSOE en Astorga.¿Sabìa ella que Las Encinas,una organizaciòn,comandada por el PP de Valderrey,recibiò una subvenciòn millonaria del Ayuntamiento astorgano,mientras al alcalde socialista de Valderrey se le ninguneaba,atacaba y difamaba,por esta organizaciòn en la pàgina de Matanza de la Sequeda Actualidad,en Facebook?.Tan grave es el desconocimiento,como la dejadez.

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