Bajo la premisa de que la historia de León ha sido manipulada por los historiadores, nació ‘Historia de León y de España’, de Joaquín Cuevas Aller. El autor pretende recuperar lo acaecido en la historia del Reino de León. Para ello, dice, ha recogido fuentes documentales medievales que ha recopilado durante años, tanto de la Catedral de León como de San Isidoro.
Uno de los puntos que destacó el autor, fue que los reyes de León firmaban como “reyes de España, algo que no hacían los reyes de Aragón, de Castilla o de ninguna otra región”, explicó durante la presentación en la Biblioteca Municipal. “La historia de León ha estado siempre maltratada, y creo que es porque antiguamente, cuando los juglares se trasladaban de un pueblo a otro cantando los acontecimientos, los adornaban. De tal forma, que los historiadores copiaban a veces esas ‘mentiras’ de los juglares y los historiadores que llegaron después seguían reiterando las historias falsas”, añadió.
Durante la introducción, la concejala de Cultura Tradicional, Marcelina Gómez, presentó al autor y su libro, “este libro está basado en auténtica documentación medieval, por lo que se le debe dar la importancia que tiene. Espero que se dé a conocer en los colegios. También estará disponible en la Biblioteca Municipal, para consulta de todos los ciudadanos”.
Las ilustraciones del libro han sido realizadas por Patricia Martínez Martínez y Alfredo Álvarez Pérez. Joaquín Cuevas se confiesa un enamorado de la historia desde siempre, originario de Benavides, estuvo 52 años fuera de León. “Tras la jubilación quería volver a mi tierra, a León. Cuando fui a la Biblioteca y pregunté por un libro sobre la historia medieval del Reino de León, me dijeron que no existía. Empecé a buscar libros editados en los siglos XVII, XVIII y XIX. Después me fui a los cronistas medievales que estuvieron realmente en León. Porque la historia de León, es, al fin y al cabo, la historia de España”.
Cierto eso que comenta de los juglares. Hace tiempo oí de un historiador que basarse en los juglares era como si los historiadores de dentro de 500 años utilizasen las revistas del corazón actuales para estudiar nuestra época.