El anuncio de Campofrío de Navidad, ‘Hijos del entendimiento’, recoge la pareja formada por Noelia y Santiago. Mientras ella reconoce ser “muy pacifista, voy a muchísimas manifestaciones, hay veces que cargaban y había que correr”, él, por su parte, dice que le “gusta el orden y la paz en la calle y cuando éstas, por el motivo que sea, desaparecen, pues tiene que haber unidades especializadas que restituyan el orden y que lo mantengan”.
La historia de Noelia y Santiago comenzó hace 16 años, viviendo desde posturas diferentes y entendiéndose “en lo más importante”, relata Noelia Martínez Jañez, astorgana de nacimiento, y una de las protagonistas del nuevo anuncio que destaca que mientras ella es una pacifista que ha ido a muchas manifestaciones, Santiago, su marido en la vida real, es un policía antidististurbios.
Noelia estudió en las Escolapias y en el Instituto de Astorga, y se marchó de la ciudad para estudiar Medicina. Hoy es oncóloga y vive junto a su marido y sus hijos en Madrid. Todavía vienen de vez en cuando a Astorga, para visitar a la familia que sigue viviiendo aquí. Conoció a Santiago “de casualidad”, en una comisaría y, según cuenta ella riendo, él fue quien le tiró primero los ‘trastos’, “yo no le hacía ni caso”, afirma. Cuando le preguntan qué le atrajo de él, ella responde que su alegría. “Santi es una persona muy extrovertida, es muy optimista y divertido, lo cual es una diferencia para mí, que soy más seria, y más siendo oncóloga, que veo muchas cosas tristes. Santi es una chispa de luz muy importante en mi vida capaz de sacarle una gracia a todo, somos como el yin y el yang”, explica.
Diferentes en casi todo, “excepto en lo importante”
Debido al trabajo de Noelia, ella tuvo que acudir a muchas manifestaciones conocidas como “la marea blanca”, protestas de los médicos, mientras que él trabajaba como antidisturbios, “Santi no quería que fuera a las manifestaciones, pero nunca me lo prohibió, y yo, como buena astorgana, soy muy cabezona, y cuando me lo decía pues más cabezona me ponía, pero tenemos puntos de vista diferentes en casi todo”.
En casi todo, “pero no en lo más importante como es la familia”. “A pesar de las diferencias hay un entendimiento y con mucho respeto. No puedes convencer a la otra persona, es quizá lo más importante, porque se basa en el respeto. Sabemos nuestras diferencias, las entendemos, las compartimos y nos respetamos. No hay conflictos, hay entendimiento y surge el amor”, explica riendo.
En alguna ocasión se han encontrado en las manifestaciones, y aunque no han entrado en conflicto, Noelia dice que lo peor es el sentimiento de “miedo a que no sucediera nada, que fuera una manifestación tranquila y que los dos nos pudiéramos ver en casa tranquilamente sin que hubiera ocurrido ningún altercado. En principio vas a manifestaciones que son de compañeros médicos, sanitarios, en las que no surge ningún conflicto, pero si surge alguno, ellos tienen que actuar. Salvo en una ocasión que tuvimos que irnos corriendo y fue angustioso, casi todas han sido normales, y nos hemos visto de lejos y después nos hemos encontrado en casa y no ha pasado nada”.
Sus hijos
Noelia y Santiago tienen dos hijos de 7 y 9 años que ven a sus papás como padres normales. “Ven que hay diferentes puntos de vista, ya que coincidimos en pocas cosas. En casa se habla, todo se dice con mucho respeto, todo se entiende y es un poco lo que intentamos transmitir. Que va a haber personas que opinen diferentes, pero hay que respetarlos. No porque opines diferente vas a tener la razón y es lo que queremos enseñarles. El respeto que a día de hoy falta por completo. Ellos se dan cuenta de que somos muy diferentes en todo”.
Según explica la propia Noelia, sus hijos fueron los que mejor se lo pasaron de todos, “tanto que quieren volver a grabar más anuncios de la tele, porque nos hicieron sentir muy bien”, ríe.
El anuncio de Campofrío
Noelia supo del casting a través de la hija de una de sus pacientes, ya que buscaban a médicos casados con policías que tuvieran hijos. La parte más complicada, dice Noelia, fue por Santiago, que al trabajar dentro de la seguridad pública tuvo que pedir muchos permisos para poder participar en el anuncio. “Hemos puesto muchas pegas, pero nos han tratado con mucho cariño, con muchos mimos y con mucho respeto”.
Fueron cuatro días de rodaje en lo que califican como “una muy buena experiencia”. No obstante, muchos opinan que las historias no son reales, pero es todo cierto, las palabras que se oyen hablando de la otra persona pertenecen a una entrevista previa que hicieron a los participantes. Sin tener un guión previo, las reacciones de todos los protagonistas son del todo naturales y espontáneas.
El anuncio navideño ha provocado sentimientos encontrados: algunos muestran su apoyo a los personajes pero otros, incluso furiosos, no comprenden que existan este tipo de entendimientos. En la actualidad, Santiago ya no es antidisturbios, “porque era difícil tener una vida familiar y que le llamasen a horas intempestivas para irse a cualquier otro punto de España”. Ahora está en un grupo que trabaja por las noches y, por lo menos, “tiene horarios”, según su mujer.