Héroes sobre el barro

Otra tarde para el recuerdo en La Eragudina. Otro partido de esos que queda en la memoria de los afortunados, que lo sufrieron y lo disfrutaron, durante decenas de años. Casi como aquel ante el Mensajero. Ocho goles, ni más ni menos. Un encuentro loco que se llevó el equipo que lo afrontó con mayores urgencias. El Astorga se vio por debajo en el marcador hasta en tres ocasiones, y hasta en tres ocasiones igualó la contienda para acabar volteándola. Casi nada.

Ambas defensas fueron una fiesta. Tanto los extremeños como los astorganos demostraron el porqué viven en posiciones de descenso. Y para colmo, cada portero regaló un gol al rival. Más grosero fue el error de Montiel en el cuarto de los verdes que el de Pulpo en el primero de los hoy rojos.

La cruz de la muchachada de Paulino volvió a ser el balón parado. Como en Guijuelo. Como en la primera vuelta con Álvaro García en el banco… El cambio de entrenador parecía haber cortado esa cruz, pero cuando han vuelto los fantasmas del descenso los desajustes sonrojantes en la marca han regresado. Y eso que lo entrenan día sí, día también. El primer gol llegaba tras una falta muy lejana. Antonio no despejaba, Aarón cabeceaba sin oposición en el área chica y a Romero se le escapaba la pelota entre las manos. El mal estado del campo, lleno de barro, añadía dificultades a los protagonistas. Se debe apuntar que varios miembros del club, en la mañana, se pasaron cinco horas achicando agua.

Los de Ángel Marcos tuvieron el segundo y el tercero. Víctor y Cristian no se entendían y dejaban la bola en el punto de penalti para que Gallego viese cómo Pulpo realizaba un paradón para detener su derechazo. Todas las segundas jugadas eran para el Cacereño. Los locales estaban tocados. Y volvieron a dormirse a balón parado. Gonzalo, sin marca, remataba en el área pequeña un saque de esquina. La parroquia maragata daba gracias al cielo porque el balón se iba lamiendo el palo corto.

Sonrió el Astorga antes del paso por vestuarios. Víctor despejó un balón orientándolo a banda. Como te explican desde que das las primeras patadas a un balón. Allí, le caía a Roberto mientras Bandera realizaba una diagonal a la espalda de los centrales. El capitán enfilaba línea de fondo para asistir a un Diego Peláez que en el segundo palo vencía de un toque al meta extremeño.

Víctor Andrés, que viene mejorando a los suyos en las últimas fechas, mandaba en el centro del campo. Llamativo resulta ver que el soriano tenga más protagonismo que Taranilla, pero uno de los fichajes estrella del comienzo de curso parece que finalmente ha llegado. Gobernaban los verdes, pero no creaban peligro. Cuando parecían querer cocinar a fuego lento la victoria cambiaba todo. La tarde se volvía loca. Si alguien parpadeó seguro que se perdió algo reseñable. Valverde hacía bueno un pelotazo a la espalda de una zaga que pedía fuera de juego, el punta, muy listo, enfilaba el área de Pulpo y regalaba a Toni el 1-2. El extremo, llegando en segunda oleada, aprovechaba un pase perfecto.

Víctor Gordón, que ya se ha convertido en el especialista a balón parado de los de Paulino, asistía a Roberto Puente para devolver las tablas a la contienda. Ahora eran los centrales cacereños los que sesteaban y dejaban a Roberto rematar sin oposición muy cerca de la línea de gol. Y ya que la tarde estaba de regalos… ¡Otro más! Toni botaba una falta escorada que Mejías, solo en el palo largo, introducía en la meta de Romero. ¡Tres días van a estar defendiendo balón parado!, parecía decir la desencajada cara de Paulino.

No le estaba gustando al técnico albaceteño lo que veía y quemaba sus últimas naves. Iago, que venía cuajando encuentros en los que podía más su ansiedad que su buena técnica, se reencontraba con su cara A. Por banda derecha servía a Bandera el 3-3, pero sin que el esférico llegase al capitán, Mejías era quien introducía el cuero en la portería de Montiel.

Tara, que parecía apagado, demostraba que en su derecha hay mucho fútbol con un pase perfecto al corazón del área. Bandera, que también tiene el carné de rematador, convertía en un testarazo el balón de Héctor. Las endebles manos del arquero extremeño ayudaban a que la fe de Roberto voltease el partido. Alguno recordó el cuarto gol ante el Mensajero. Llevaba el menor de los Puente varias jornadas sin disparar entre los tres palos y para recuperar sensaciones nada mejor que un doblete. Y para evitar que el Cacereño tuviese la voluntad de levantarse, Iago decidió zanjar el asunto. Este es el Beceiro que queremos ver. Volvía a hacer estragos por el costado derecho y servía a la frontal del área. Allí, Bandera, que también quería su golito, agradecía la segunda asistencia del gallego con un derechazo que finiquitaba la tarde. Victoria que debe aumentar la confianza de un equipo con muchas urgencias. Este Astorga sigue creyendo. No se rinde. Nunca.

FICHA TÉCNICA

5 Atlético Astorga: Pulpo Romero; Cristian, Víctor, Antonio, Uña; Víctor Andrés, Taranilla (Porfirio, min. 87); Diego Peláez (Juampa, min. 81), Bandera, Ivi Vales (Iago Beceiro, min. 66); y Roberto Puente.

3 CP Cacereño: Montiel; Palero, Mejías (Amaro, min. 81), Ismael Athuman, Gonzalo; Cuerva (Leo, min. 81), Hans Mulder (Koffi, min. 81); Pablo Gállego, Áaron, Toni; y Carlos Valverde.

Goles: 0-1 Aarón, min. 7; 1-1 Diego Peláez, min. 31; 1-2 Toni, min. 50; 2-2 Roberto, min. 55; 2-3 Mejías, min. 64; 3-3 Mejías (p.p.), min. 70; 4-3 Roberto, min. 80; 5-3 Bandera, min. 81.

Árbitro: Aitor Gorostegi Fernández-Ortega (Colegio vasco). Amonestó a Víctor Gordón y Taranilla por pate local, y a Mejías, Palero y Gonzalo por parte visitante. Expulsó a Víctor Andrés por doble amarilla en el minuto 85.

Incidencias: Grupo I de Segunda División B. 34ª jornada. La Eragudina. 900 espectadores. Una decena llegados desde tierras extremeñas. 8 grados de temperatura en una lluviosa tarde. Césped muy encharcado. Ejercieron como capitanes Bandera y Palero.