El terrible incendio que se produjo en el corazón de Astorga el pasado domingo día 17 de agosto, a las 8 de la tarde, puso de manifiesto una vez más la indefensión en la que se encuentra la ciudadanía y también nuestras casas y bienes.
La precariedad de medios que siempre ha existido en relación a la extinción de incendios, agudizada por la imposibilidad de pagar a los trabajadores del Ayuntamiento que venían realizando esta labor, nos deja totalmente desprotegidos.
Las llamadas realizadas al 112 y a los bomberos de León no obtuvieron ninguna respuesta. Una vez más, fueron los ciudadanos los que consiguieron resolver lo que las Instituciones deberían tener solucionado.
Quiero mostrar mi agradecimiento a todos los que esa noche estuvieron allí, en la Brecha, apoyándonos o interesándose, vecinos y vecinas que vieron como las llamas devoraban una casa emblemática y sintieron también la impotencia que produce la falta de recursos y el miedo a que las llamas se extendieran al Teatro Gullón o a los edificios colindantes.
Y dentro de los muchos que colaboraron quiero mostrar públicamente mi agradecimiento a quienes hicieron posible el milagro de extinguir las llamas: a los policías locales, Ismael González Martínez y Encarna González Alonso, que aquella noche estaban de servicio y que tomaron la iniciativa y las decisiones adecuadas; a los policías nacionales, César Manuel Fernández González y Matías Álvarez Puente, que colaboraron en todo momento para solucionar los problemas añadidos que iban surgiendo como por ejemplo la regulación del tráfico:
Y a los vecinos, Alfredo Callejo Simón, David Yáñez Cuesta, Isaac de la Fuente Alonso, José López Gonzales, Miguel Chico Igareta, José Luis Martínez García, José Manuel Barbeito Grande, Juan José Castro Martínez, José Luis Martínez García. Todos ellos arriesgaron su vida para apagar las llamas. Con cabeza y con corazón, pues en cuanto constatamos que no íbamos a recibir ayuda, se organizaron dos grupos. Se buscaron las bocas de riego, uno de los grupos se encaramó a los andamios de la obra del Gullón y, con las mangueras, apagó las llamas de esa parte de la casa; mientras, desde el camión del Ayuntamiento, manejado por Julio Pérez Saiz y auxiliado por las motobombas de la Brigada Forestal, se atendía la otra parte de la casa.
Unas motobombas que fueron decisivas para que se pudiera apagar el fuego y que nos proporcionó la ayuda inestimable de los hermanos Vicente y Juan Alonso Aller, que además estuvieron en todo momento a nuestro lado.
Las declaraciones del Portavoz del Partido Popular de Astorga, defendiendo la actuación de quienes dan las órdenes a los Bomberos y al 112, y la política de la Diputación en materia de incendios, es inaudita. Pone de manifiesto lo poco que le importa la ciudad y sus ciudadanos. Además, es vergonzoso que elogie la labor de unos voluntarios que arriesgaron su vida mientras dicho Portavoz, que conocía lo que estaba ocurriendo, ni siquiera se personó en el lugar por sí hacía falta ayuda o, al menos, para interesarse por la marcha de los acontecimientos. Quien sí se personó y estuvo ayudando hasta última hora fue el Portavoz del PAL, Pablo Peyuca.
Una vez más se ha demostrado que, frente a lo que ocurre en otras provincias, las políticas de Junta y Diputación, nos tienen indefensos ante el fuego.
Por eso es tan importante que todos firmemos exigiendo un parque de bomberos para la zona.
Por ello es también fundamental reclamar, por todos los medios, que dicho Parque esté atendido por bomberos profesionales capaces de defendernos de las llamas en todo momento y situación.
No quiero finalizar este escrito sin reiterar, en nombre de la ciudad de Astorga, nuestro reconocimiento a estos héroes ciudadanos que el pasado domingo se enfrentaron a las llamas.
Astorga, 20 de agosto de 2014
Victorina Alonso Fernández
Alcaldesa de Astorga.
