Hasta siempre Martín

Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va…Siempre me gusta utilizar esta estrofa de la letra de la canción de Los del Río.porque créanme, no es ningún tópico, pero es lo que mejor refleja mi estado de ánimo cuando tengo que despedir a un amigo.
En esta ocasión, escribo estas líneas apresuradas, pero a la vez reflexivas para despedir a Martin Martínez, nuestro Cronista Oficial.
Muchos colegas, me han precedido en el uso de la palabra hablada y escrita. Todos ellos con gran maestría han expuesto y glosado la vida y obra de Martin. Yo, aparte de suscribir enteramente todo lo que se ha dicho, quiero que estas breves líneas sirvan de una manera personal como mi pequeño homenaje de despedida a Martín Martínez. Breves retazos que han jalonado la vida y obra de un escritor y periodista de raza, que ha servido a la ciudad con cariño y fidelidad. Si nos remontamos a los más de 40 años que Martin estuvo de redactor y locutor en Cope Astorga, oía en más de una ocasión la expresión: “Lo dijo Martin en la radio” y es que durante tantos años creó un estado de opinión en la ciudad, de gran valor. Su opinión en muchos foros servía para tomar o no decisiones en determinados temas. Martin se sabía toda la historia de Astorga, la pasada, la presente y también tenía su idea de la proyección de la Astorga del futuro.
También he pensado que no se si ha sido el azar, el destino o la Providencia, o las tres circunstancias juntas, las que se unieron para que nuestros corporativos consideraran que Martin era la persona idónea para invitarnos y animarnos a las fiestas de Santa Marta 2014. En aquella oratoria, de hace poco más de un mes, no puedo entrar en el estado de ánimo de Martin, pero sabíamos de su enfermedad, sin embargo supo sacar fuerzas físicas y anímicas para estar a la altura de las circunstancias y según lo requería el acto, se constituyó en el primer pregonero de las fiestas que vivía en la propia ciudad.
Martín era un pozo de ciencia y sabiduría. Su disco duro era la propia “mente”. En más de una ocasión al enviarnos algún e-mail, siempre me decía confírmame la recepción del mismo, pues esto de las tecnologías todavía no lo domino.
Corría la década de los 80 cuando en el paisaje y paisanaje humano de Asturica Augusta, veíamos a Martin con aquella “cachimba” inseparable y su luciente perilla.
También sigo pensando en voz alta como sería la última “Carta que te escribo” a su destinatario y ya amigo imaginario y ahora huérfano, “Nolete”, que durante muchos años publicó en “Diario de León” y donde con cierto humor y no exento de ironía contaba los hechos tal cual eran y en alguna ocasión hasta podían molestar, pero anteponiendo la verdad por encima de cualquier otra circunstancia.
Martín se fue con “las botas puestas”, dejando un montón de libros apilados en su numerosa biblioteca de autores astorganos, muchos de los cuales pensaba escribir una reseña en los medios de comunicación, pero la muerte no nos pide permiso, ni llama a la puerta para preguntarnos cuando tiene que venir…
Mi más sentido pésame a Gemma, hijas y demás familia.
Hasta siempre, Martin, tu amigo,

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