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Sergio González El investigador y autodidacta astorgano Juan Carlos Campos lleva muchos años estudiando los petroglifos que él mismo halló en la comarca de Maragatería. Después de escribir en el 2011 su libro ‘Petroglifos en Maragatería’ y de seguir haciendo rutas y estudiando estos grabados en piedra de origen prehistórico, ha descubierto una estación rupestre con grabados en un castro prerromano, en la localidad de Cuevas de la Sequeda.
El hallazgo se encuentra en Castro Colorado o Castro Encarnado, en el municipio de Valderrey, y Campos utiliza la palabra “grabados” en vez de “petroglifos” porque este tipo de arte rupestre no se puede encuadrar en época prehistórica. El investigador asegura que éstos son mas “modernos”. Los petroglifos milenarios ya forman parte del “acervo cultural, pero apenas conocemos en la provincia de León manifestaciones de arte rupestre de época protohistórica”, señala Campos. Los grabados están realizados en una roca de cuarcita esquistosa, algunos poco marcados y otros cubiertos por los líquenes, por lo que es complicado apreciar sus formas sin una buena luz rasante.
Este astorgano ya ha puesto este descubrimiento en conocimiento de los responsables autonómicos de Patrimonio y espera que los sepan valorar, ya que “en estos grabados aparecen figuras antropomorfas que suponen un tesoro cultural tallado en la roca por aquellas gentes a las que hoy llamamos astures”, apunta el investigador. Campos cree que “la manifestación artística protohistórica es prácticamente inédita en la provincia”. “Además gracias a este hallazgo podemos acercarnos al universo simbólico de las comunidades astures y ponerlas en relación directa con otras culturas contemporáneas como pueden ser las de la Meseta central o la de los pueblos íberos del valle del Ebro”, explica Campos.
El decubrimiento lo ha dado a conocer en su blog Tierra de Amacos.
