La ministra de Igualdad, Irene Montero, explicó este lunes que el Ministerio de Hacienda que dirige su compañera María Jesús Montero ha vetado de la nueva ley del aborto que mañana aprobará el Consejo de Ministros la bajada del IVA superreducido para los productos menstruales y la ha aplazado a la negociación de los próximos Presupuestos Generales del Estado para 2023.
Así lo dijo Montero en una entrevista a la Cadena SER, en la que lamentó que la bajada del coste de estos productos mediante la aplicación de un IVA superreducido del cuatro por ciento frente al 21 por ciento que se aplica ahora “nos queda pendiente” pero garantizó que “lo vamos a pelear” para que se haga esta legislatura. “Que a nadie le quede duda”, sentenció.
La ministra aseveró que es especialmente necesario rebajar el IVA a los productos menstruales porque muchas mujeres “que viven una situación de vulnerabilidad o en la adolescencia” no tienen capacidad en ocasiones para adquirir esos productos o elegir la marca que desean, por lo que cree que es necesario “distribuir de forma gratuita” en algunos casos y lugares como centros educativos.
Montero esgrimió que aplicar el IVA superreducido a los productos femeninos costaría únicamente 30 millones de euros, por lo que es asumible, pero lamentó que el Ministerio de Hacienda lo ha dejado fuera pese a formar parte de los compromisos de gobierno que PSOE y Unidas Podemos suscribieron en noviembre de 2019 para conformar un Consejo de Ministros de coalición.
La bajada del IVA a los productos relacionados con la menstruación tendrá que esperar así a la negociación de los próximos Presupuestos Generales para 2023, lo que supone otro aplazamiento tras intentarlo el año pasado y aplazarlo con el compromiso de incluirlo en una gran reforma de fiscalidad que el Gobierno pretendía impulsar a principios de año y paralizó tras el estallido de la guerra en Ucrania por la invasión de Rusia.
Baja al final del embarazo
Montero anunció también que la nueva ley del aborto que va a aprobar el Consejo de Ministros contempla que las mujeres embarazadas dispongan de una baja médica a partir de la semana 39 de gestación, aunque ella propuso que fuera “desde la 36”.
Indicó que al consensuar la reforma con el resto de los ministros del PSOE se ha retrasado esa baja a la semana 39, cosa que “muchas mujeres ya tienen de facto” cuando llega la última semana de embarazo, puesto que es necesaria para irse “preparando para el parto” tanto física como mentalmente.
También habló de la polémica que ha generado la concesión de una nueva baja médica para mujeres con menstruaciones dolorosas y confirmó que se ha llegado a un acuerdo dentro de la coalición de gobierno para que su coste lo pague el Estado a través de la Seguridad Social en vez de las empresas, como sucede en los primeros días con las bajas comunes.
Para Montero, se trata de un avanza social para las mujeres y negó que suponga estigmatizarlas, como dio a entender la semana pasada la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en varias declaraciones públicas. “Lo que estigmatiza es vivir la menstruación desde la culpa, la soledad y que haya que llevar una compresa más horas de las debidas”, contestó la titular de Igualdad.
La ministra se declaró “orgullosa” de que España se convierte en “el primer país de Europa” en reconocer las bajas por reglas dolorosas y se vanaglorió de haber sacado este problema “del tabú y de la soledad” con el que lo sufren muchas mujeres, “que tienen dolores muy fuertes y se hinchan a pastillas” para aguantar.
Montero señaló que esta reforma “representa muy bien” lo que representa el gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos que dirige España porque se preocupa de las mujeres e incorpora “una medida novedosa” dado que hasta ahora “las instituciones nunca se han ocupado de la salud menstrual” pese a tratarse de un “dolor incapacitante”.
Destacó también que para acogerse a la nueva baja por dolor menstrual “no son necesarios días previos de cotización” a la Seguridad Social y agradeció que el ministro del ramo, José Luis Escrivá, ha trabajado “duro con nosotras” para hacerlo posible y permitir que desde el momento en que se apruebe “la vida sea más fácil para las mujeres”.