El Grupo de Acción Local Montañas del Teleno, en una carta abierta dirigida a Juan Vicente Herrera por el presidente del colectivo, Ramiro Arredondas, expresó este viernes su crítica por el funcionamiento del despliegue para luchar contra el incendio declarado el pasado lunes en el municipio de Encinedo, en la comarca leonesa de La Cabrera.
“El operativo no fue eficiente; se derrocharon medios o al menos no se emplearon correctamente. No nos quejamos de la falta de efectivos sino de que no hubo dirección ni se marcaron prioridades que, a nuestro entender, eran los pueblos”, señalan antes de plantear que, como mínimo, les gustaría que se depurasen responsabilidades, “e igual que pedimos que se amoneste a quien no cumplió con su labor, también pedimos que se premie a los que dieron todo por nosotros”.
La carta repasa el desalojo de hasta siete localidades, “dejando campar a sus anchas a las llamas, que llegaron incluso a algunos inmuebles”, desastre que -dice- se hubiera paliado si se hubiera permitido a los vecinos defender su patrimonio. Una persona sola, apunta, que se negó a irse, pudo salvar varios inmuebles.
“Nos gustaría pedirle, rogarle, implorarle… que de una vez por todas se tome en serio este acuciante problema”, reclama antes de lamentar que La Cabrera haya perdido con este desastre natural al menos parte de la posibilidad de buscar fuentes de desarrollo económico complementarias a la pizarra. Necesitan, apunta, toda la ayuda del mundo para conseguir, por ejemplo, el desarrollo turístico que buscan para la zona. “Confiamos en usted y ponemos nuestro mañana en sus manos y en las del ejecutivo que preside”, concluye la misiva.
Parémonos por un momento a pensar. Los incendios no surgen por arte de magia. Está demostrado que la gran mayoria son provocados. Dentro de este gran grupo, son una minoría los que su origen se debe a pirómanos. Lo que nos lleva a la conclusión de que los incendios tienen un componente económico. Éste también se conoce perfectamente y no se hace absolutamente nada para remediarlo. Ya sea la posterior venta de madera de las zonas afectadas, el aprovechamiento para pastos o el desplazamiento de zonas de caza; incluso las posteriores subvenciones o creación de empleo por ruin que parezca. Si queremos acabar con esta lacra hay que ser tajantes. En todos aquellos incendios provocados cero subvenciones, ningun tipo de aprovechamiento posterior de cualquier superficie calcinada incluidos los pastos y prohibición de la caza durante varios años en los cotos adyacentes. Pagaran muchos justos por muy pocos pecadores, pero será en beneficio de la naturaleza y de la vida. Con medidas de este calado se reducirían los incendios en españa a la minima expresión.
Causa,cuando menos,sonrojo,la carta que el “eterno” Presidente de un ente que maneja millones de euros,para beneficiar sobre todo a ayuntamientos del PP.