Los más pequeños de la casa también tienen sus espacios durante las fiestas patronales de Santa Marta en Astorga. El Jardín de la Sinagoga o la Biblioteca Municipal se han llenado los últimos días con actividades infantiles para todos los gustos. Gorgorito y las marionetas de Maese Villarejo han dado este sábado su última función y se han despedido de todos los niños astorganos hasta la próxima.
Este sábado desde las 19,00 horas se inaugura el XIII festival ‘Ars Vía’ en la plaza Eduardo de Castro. Durante dos tardes, varias compañías de circo o clown actuarán para los más pequeños en la céntrica ubicación.
Todo el Jardín de la Sinagoga se convirtió en un gran parque de juegos para pequeños y mayores acompañados por los miembros de A Ras de Suelo. En todos los rincones de jardín los pequeños aventureros pudieron pasear en tandem, pescar, afinar su puntería, hacer escalada, hacer música con agua y lanzarse por una tirolina, entre otras.
El miércoles y el viernes, la Biblioteca Municipal recibió la visita de los Minions, estos pequeños ayundantes del villano Gru se escondieron entre los cientos de libros de la sección infantil para que los niños, después de aprender a utilizar el servicio municipal, pudieran encontrarlos. Durante dos horar, más de una veintena de niños y niñas estuvieron entretenidos jugando a crear sus propias maquetas de los seres amarillos y con peto vaquero.
Me resulta extraño que en estos tiempos de estupidez 3.0 aun no haya florecido algún progre-listo defendiendo que la figura de gorgorito con la estaca simboliza la violencia y atenta contra la inocencia de los niños. O que la figura de la princesa estigmatiza la imagen de la mujer arrinconándola en el papel de sierva sumisa abnegada. El mismo progre-listo que considera que vivimos en un estado semi-policía al ver como detienen a unos titiriteros que representan otra obra con niños como público en los que entre otros recursos se ahorca y apuñala a un juez y una monja. Qué gran sabiduría la de gorgorito! La laxitud a la hora de aplicar su filosofía nos ha llevado a este punto en el que no se sabe muy bien si seremos capaces de elevar el vuelo o de estamparnos contra la loma que hay al final de la pista. Estos tiempos de estupidez 3.0 y latrocinio 4.0