De profesión: cazador de meteoritos. Dicho así suena como un eslogan de película de acción, pero es que la realidad muchas veces supera la ficción. José Vicente Casado es natural de Trobajo del Camino y la geología es su pasión y su profesión. De los minerales terrestres acabó interesándose también por los minerales extraterrestres y una gran parte de su labor consiste en buscar meteoritos que han caído en la tierra y que se pueden recuperar. Todo comenzó gracias – o debido a- un profesor de EGB. “Nos mandó hacer una colección de diez minerales. Yo era un chaval que no había visto nada del mundo, había menos estímulos que hoy en día. De repente, ver unos minerales que tienen colores, formas increíbles… Ayuda también ser de un sitio como León, donde hay minerales y fósiles con un acceso relativamente fácil. Todo ello contribuyó, de hecho, siempre pienso: ¿Cómo puede ser que no le interese a mucha más gente?”, ríe.
Este geólogo leonés también se ha interesado por la astronomía y por la minería histórica. “León es un paraíso para la geología. Quizá pueda sonar raro para mucha gente, porque es más conocido a nivel histórico, pero los primeros asentamientos que conocemos en la provincia fueron para obtener cobre desde hace unos seis mil años. Y los romanos se asentaron específicamente en Astorga para obtener oro. Todo ello son recursos geológicos. Durante muchos años estuvieron unas minas de hierro impresionantes, de las más grandes de España en la zona de Ponferrada. Además de toda la cuenca del carbón, que son fósiles. Si uno lo mira detenidamente tenemos una provincia eminentemente minera y la historia de León ha sido determinada por los recursos minerales y es muy desconocido”.
Asturica Augusta se convirtió en una de las urbes más importantes del Imperio Romano debido a su cercanía con las minas de oro más impresionantes. Sin embargo, aunque el primer lugar que se nos puede venir a la mente cuando pensamos en minería romana son Las Médulas, José Vicente Casado piensa en las del valle del río Duerna. “Las Médulas son espectaculares por su altura, pero las más grandes, en volumen, estaban en el Duerna, lo que pasa es que no alcanzan tanta altura. Yo querría haber estado ahí cuando estaban los romanos, aquello tuvo que ser… Lo que yo he visto es que las tierras más ricas y con más oro de León son las del Duerna y las minas más grandes en extensión y volumen. La mayoría se va a la espectacularidad de Las Médulas, pero en importancia minera no me cabe duda que es la zona del Duerna”.
Como profana en la materia, me interesa saber qué se puede encontrar o cómo se puede conocer ese dato. “Desde la parte más alta de Filiel hasta casi La Bañeza es un continuo de explotaciones. Están todas las terrazas movidas con minería antigua y eso se puede ver en las fotografías satelitales. Es un volumen mayor, aunque aquí las minas apenas alcanzaban los 40 metros de alto y en Las Médulas superaban los 100 metros. De hecho, no hay un sitio en el río donde no batees y salgan chispas de oro. A lo largo de los más de 40 kilómetros de río hay restos de explotaciones, es impresionante. Solo hay que ir al río, batear y verlo”.
La búsqueda de piedras del espacio
Quizá lo que más llama la atención es su profesión como cazador de meteoritos, al menos para quien suscribe estas líneas y entre risas José Vicente Casado lo sabe. “Cuando digo que me dedico a buscar meteoritos resulta muy curioso, aunque me dedico a todo, minerales, fósiles, astronomía… Aunque está todo vinculado. En realidad son minerales, rocas, que vienen del espacio. Como llevo toda la vida buscando minerales en la Tierra, pues vas haciendo el ojo a detectar los que no son de este planeta. En la Tierra hay muchísimas cosas que se podrían parecer a un meteorito y yo las descarto. He aprendido a buscarlos y aunque no he dejado de hacer contenidos para museos -dinosaurios- esto llama mucho la atención. Me ha llevado mucho tiempo aprender, es una ciencia muy compleja, y hay poca gente en el mundo que se dedique realmente a buscar meteoritos”.
Cuando habla de meteoritos, el geólogo no se refiere al asteroide que hace alrededor de 66 millones de años cayó sobre la Tierra provocando la extinción del 75% de las especies que habitaban el planeta, entre ellas los dinosaurios. No, se refiere a los meteoritos que cada año impactan contra la Tierra. “Pueden caer en un año, en el conjunto de la Tierra, unos 20 meteoritos y al año siguiente uno o dos. Hay años que se recuperan muchas piezas, otros años se recuperan menos, es algo totalmente aleatorio e imprevisible. La mayoría caen en el mar o se desintegran antes de llegar al suelo a su entrada en la atmósfera, que esa es su misión para no estar acribillados por piedras del espacio. De hecho, uno de los mayores problemas de la Estación Espacial es que les golpean micrometeoritos y es peligroso. Nosotros tenemos la atmósfera que frena los meteoritos cuando caen y hace que no lleguen la mayoría al suelo. Todos los días aproximadamente caen unas 100 toneladas de rocas del espacio a la Tierra”. Esta sí es una cifra que da que pensar en nuestro planeta y la importancia de la atmósfera.
Sin embargo, por el momento no se ha reconocido la existencia de ningún meteorito en la zona de Astorga y las comarcas. “Últimamente no ha habido ningún meteorito por la zona. De hecho, en León solo hay dos meteoritos reconocidos en la provincia. Esto no quiere decir que no haya, porque en un área del tamaño de la provincia de León, pero en el desierto de Chile, puede haber del orden de 2.000 meteoritos. Caen en León pero no los vemos, están ocultos bajo las hojas o en el suelo. Intentaremos recoger los que caigan próximamente antes de que la vegetación los tape y poder a través de ellos conclusiones científicas”, señala. Pero es que en el conjunto de España es muy difícil recuperarlos, puesto que el suelo es propicio a tapar con vegetación los posibles meteoritos que caigan aquí, por eso José Vicente Casado trabaja mucho en la recuperación de estas piedras espaciales en medios desérticos. “Allí intentamos localizar meteoritos que cayeron en otras épocas”. Todos los meteoritos que recoge este “cazador” los envía a instituciones científicas, como la Universidad Autónoma de Barcelona, para que “no se pierdan” como sucede ahora en el campo.
La “visita” más reciente que hemos tenido en la zona de una roca espacial fue hace no mucho. En enero de 2021 un gran bólido celeste surcó los nocturnos cielos de la provincia y numerosos testigos visuales aseguraron que a continuación pudo oírse un fuerte estruendo que alertó a vecinos de varios municipios de la comarca y de la vecina comunidad autónoma de Galicia, donde también hay testimonios del fenómeno. “Lo grabaron muchas cámaras de seguridad de gasolineras, empresas, bodegas… Estalló sobre el Bierzo, siguió volando y cayó en la provincia de Lugo de donde se recuperaron algunos fragmentos. Yo me acerqué hasta allí pero no conseguí nada”.
Pregunto, en mi interés por continuar este tema, en qué se diferencia una piedra “terrestre” de una “extraterrestre” ya que los elementos químicos de la Tierra se han formado en el espacio. ¿Cómo distinguir ambas? “A simple vista existen diferencias, aunque pueden ser engañosas. Tienen una superficie muy lisa, compacta, son negras por fuera, quemadas a su paso por la atmósfera, y el interior suele ser -no siempre- blanquecino-grisáceo, como estaba la roca en el espacio. Hay que cortarla para ver la estructura interna y para determinar lo que queremos saber de ella se hacen cortes, preparaciones geológicas, que nos dicen de dónde viene, cuándo se formó, cuál ha sido su órbita por el Sistema Solar, entre otras. Son materiales que no hay en la superficie de la Tierra como minerales, los minerales son diferentes a los que hay en la Tierra. Están hechas de lo mismo de lo que estamos hechos todos, pero la proporción de elementos es diferente y los minerales son diferentes y por eso los reconocemos”.
Los cielos de Astorga y las comarcas
A través de su pasión por la Geología, José Vicente Casado se ha sentido también muy encaminado hacia la Astronomía, forma parte de la Asociación Leonesa de Astronomía (ALA) y señala que para él los mejores cielos nocturnos de España, para observar las estrellas están en León y la zona de Sanabria. “He estado en varios sitios ‘Starlight’ – destinos turísticos especialmente dirigidos para la observación nocturna del cielo – y he estado en lugares que, comparados con el cielo que hay en los alrededores de Astorga, como la Somoza y la Cepeda, son unos cielos que no se pueden comparar. Los cielos más limpios de España están ahí y no entiendo cómo es posible que la gente esté yendo a ver cielo en otras regiones de España y no a Astorga. Es un recurso turístico muy bueno y de entre los sitios certificados, hay lugares con cielos mucho peores que los de Astorga y las comarcas. A nivel de España, posiblemente los cielos de León y la zona de Sanabria son los mejores. La Maragatería y la Cepeda no se saben vender como destinos ‘Starlight’, y da un poco de pena, porque en verano los hoteles están llenos de gente”, explica.
El experto compara esta situación con la de la Paleontología en León, uno de los campos que más ha trabajado José Vicente Casado. Colabora con numerosos museos de toda España para la puesta en valor de los descubrimientos y señala que, a pesar de la riqueza paleontológica de la provincia, apenas existen iniciativas para poner en valor los hallazgos. “No hay ninguna iniciativa pública para defender, proteger y buscar fósiles en la provincia de León. Creo que sería importante dar a conocer a todo el mundo desde el punto de vista educativo, turístico, hasta para la propia gente del lugar que sepa lo que tienen allí. Yo tengo conocimiento de, al menos, tres iniciativas privadas de personas que están recuperando el patrimonio: el Aula Geológica de Robles de Laciana, el Aula Paleobotánica de Fabero y la Asociación Aragonito Azul de Bembibre. Son tres iniciativas de gente de la zona que sin ayuda de nadie, por su cuenta, se encargan de recuperar el inmenso patrimonio paleontológico de León”.
El experto recuerda que el partido judicial de Astorga se encuentra en el medio de la provincia de León, por lo que comparte “un poco de cada pincelada de León”. Despiertan su interés las minas de hierro que empezaban en la propia Astorga, “geológicamente es un sitio muy bonito. Hay unas canteras con unos minerales muy interesantes, de titanio, que a nivel geológico es una rareza. En el Embalse de Villameca hay otros minerales súper bonitos con unas historias y unas leyendas fantásticas. Cada vez que tú ves el Teleno verás un monte, yo veo una estructura geológica preciosa. Es un privilegio vivir en un sitio así, porque la mayoría de sitios no tienen ese encanto. Quizá me da pena que haya pasado un poco desapercibido, pero es un camino para recorrer quien quiera coger el testigo, el desafío de poner todo eso en valor, tiene una labor muy bonita por delante”.