Generación Covid

El pasado mes de marzo nacieron en los hospitales de la Comunidad 1.999 bebés, junto a los centenares de pacientes que luchan por sobrevivir al coronavirus
Isabel Barona y Pepe García, con su hijo Sergio / Ical

Mientras miles de enfermos luchan estos días en unos saturados hospitales por sobrevivir, a su lado se abren paso nuevas vidas. El miedo somete a la sociedad, pero los llantos, las lágrimas y la ilusión sigue presente en las maternidades y recuerdan a todos que la vida sigue.

Estos 1.999 recién nacidos en Castilla y León durante el mes de marzo tardarán un tiempo en conocer a sus abuelos, a sus primos y a sus vecinos, pero forman parte de la ‘Generación Covid’ y encarnan una dosis de optimismo necesario en unos momentos en los que se empieza a ver la luz al final del túnel.

Este es el caso de Mario Martín Posadas, el primer hijo de Ana y Kiko . Su madre salía de cuentas el 19 de abril pero Mario decidió venir al mundo con bastante antelación y nació la madrugada del 1 de abril, con un peso de casi tres kilos y 200 gramos y 48 centímetros de altura.

En su última revisión en el Hospital de Segovia, a mediados de marzo, le hicieron la ecografía y analítica. Todo estaba bien y la ginecóloga le dio cita para monitores para el 20 de abril, pero los planes cambiaron. “El 31 de marzo por la tarde rompí la bolsa y fuimos al hospital. Al llegar nos atendieron los celadores de la entrada principal, me llevaron a mi sola hasta el pasillo de Maternidad y de ahí a monitores”, explica esta madre primeriza.

El ingreso se produjo en el área de Pediatría del Complejo Hospitalario y Kiko pudo estar con su mujer, tanto en la habitación, como en la sala de dilatación y en el paritorio, siendo testigo directo del nacimiento de su primer hijo. “El trato y la atención han sido exquisitos por parte de todo el personal del hospital”, resaltan los padres.

Tras el nacimiento del pequeño Mario, desde el hospital pidieron a Kiko que hiciera las menos entradas y salidas posibles, por lo que se quedaba a dormir junto a mujer y solo se acercaba a casa para darse una ducha y coger comida.

La familia al completo se encuentra fenomenal y desde el pasado viernes, 3 de abril, están en su casa. Como no podía ser de otra manera, la presentación en sociedad de Mario fue a través de videollamadas, fotografías y vídeos. Al otro lado de la pantalla, muy orgullosos, los tres abuelos del recién nacido. “Para ambas casas es su primer nieto y es muy duro”, resume la nueva mamá, que define a su hijo como “un bollete”.

El pequeño Mario, en su casa durante el estado de alarma / Ical

Ana y Kiko reconocen que después de la emoción y la felicidad vividas estos días, ya están deseando que todo vuelva a la normalidad lo antes posible para que sus familiares y amigos puedan disfrutar del pequeño Mario, especialmente Ana que, como primeriza, echa de menos tener cerca a su madre, que sólo le puede dar consejos desde la distancia.

Sensaciones similares han experimentado  Pepe e Isabel, segovianos de Encinillas, que estrenaron maternidad el pasado 2 de abril. En 48 horas, como la madre y el pequeño Sergio se encontraban fenomenal, los médicos les dieron el alta y ya están en casa.

Pepe no esconde que estaban un poco nerviosos por lo que podrían encontrarse en el hospital segoviano pero una vez allí, lo único que recibieron fue amabilidad. “Nos trataron fenomenal y estamos muy contentos”, subraya, “se nota que les faltan personal y medios, pero lo suplen con su profesionalidad y dedicación”.

Isabel detalla que las auxiliares de enfermería están repartidas en las plantas dedicadas al Covid-19 y las enfermeras y médicos que atienden a las futuras madres, no dudan en hacer las labores que suelen hacer una auxiliar. Además, para transmitirles tranquilidad, les explicaron que el personal de Maternidad no trabaja en espacios donde se tratan pacientes de Covid-19.

Como su mujer dio a luz por cesárea y permaneció tres horas y media en reanimación, Pepe agradece el apoyo que recibió durante ese tiempo que estuvo a solas Sergio de las enfermeras, “Estaba nervioso, pero siempre estuvieron pendientes de mí y me explicaron en todo momento lo que tenía que hacer”, resume.

Aunque tampoco han recibir visitas, Isabel resalta que la companía, aunque a distancia, no falta. “Desayunamos con videollamadas y comemos con videollamadas, para que los abuelos, los tíos y nuestros amigos sean testigos de sus primeros días de vida de Sergio. Nos hubiera gustado vivir las mismas escenas que con sus sobrinos, pero tendremos que esperar”.

Hugo nació en Burgos durante el estado de alarma por el Covid-19 / Ical
Aguilar de Campoo

La incertidumbre y el temor al no saber cómo sería la situación que se podían encontrar al llegar al hospital, también acompañó a Laura y Julián, padres de Isabel, una una palentina que vino al mundo el pasado 28 de marzo en el Hospital Río Carrión.

En su caso, Julián no pudo acompañar a Laura, en el paritorio por medidas sanitarias a causa del Covid-19, “pero la verdad es que una vez en el hospital, en ningún momento tuvimos miedo al comprobar el trabajo del personal que nos atendió”. Después, la “tranquilidad” la aporta la atención a domicilio que reciben de la matrona en su casa de Aguilar de Campoo.

El burgalés Hugo, que vino al mundo el pasado 24 de marzo en el HUBU, también forma parte de esta generación Covid. Sus padres, Víctor y Soraya, reconocen el miedo con el que llegaron al hospital y el temor a que pudieran ser separados. Sin embargo en el hospital les permitieron estar juntos en todo momento, tanto en el parto como después en la habitación.

Tras el parto, los tres permanecieron solos en una de las habitaciones para evitar posibles contagios. Únicamente Víctor podía entrar y salir de la habitación. Ahora ya están en casa  en perfecto estado y Soraya se recupera con normalidad.

El pasado mes de marzo, según datos del Ministerio de Justicia, la provincia de Valladolid lideró en la Comunidad el número de nacimientos con 484, por delante de León (366), Burgos (330) y Salamanca (250). Soria y Segovia, con 110, se situaron en último lugar. En Zamora nacieron 121 bebés, en Palencia 116 y en Ávila 111.

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