La Asociación de Amigos de la Catedral de Astorga celebró este viernes su tradicional homenaje a los constructores y la concesión del título de Amigo Mayor de la Catedral 2020, que este año recayó sobre el escultor Gaspar Becerra, autor del retablo que preside el presbiterio del templo mayor asturicense. Un homenaje y un reconocimiento en el año del V Centenario del nacimiento del artista baezano. “Nos reunimos un año más con el fin de rendir homenaje a los constructores de la Catedral y honrar la memoria de un personaje clave del arte en nuestra país. Gaspar Becerra realizó en Astorga su trabajo más señero, un trabajo arquitectónico y escultórico cuya contemplación mueve al recogimiento”, expresó este viernes la presidenta de la asociación, Elianés Fernández. El acto tuvo lugar tras la celebración de las Vísperas de Nuestra Señora de la Asunción, patrona de la S.A.I., presididas por el obispo Jesús Fernández.
Como el propio autor no podía recoger el galardón, por motivos obvios, la Asociación decidió que fuera el Cabildo catedralicio quien recogiera el reconocimiento, que este año también ha sido diferente, pues se trata de una tabla de madera con una inscripción que reza: “Gaspar Becerra, amigo y escultor mayor de la Catedral en el V Centenario de su nacimiento. Astorga MMXX. Amigos de la Catedral de Astorga”. Además, el homenaje lo recibe el Cabildo también en su labor como custodios del Patrimonio del templo mayor asturicense.
Como actual deán-presidente del Cabildo, Javier Gay Alcaín recogió este homenaje frente a la obra homenajeada. “Hoy se reconoce también la clarividencia y el atrevimiento de aquellos capitulares que tuvieron encargar el retablo hace casi cinco siglos y hoy me hago portavoz del agradecimiento a Gaspar Becerra y a todos los cabildos que han cuidado su obra durante todo este tiempo. Es importante recordar a Becerra aquí en la Catedral de Astorga porque aquí, en el prebiterio, se encuentra su obra más señera que trasciende los límites y en el estandarte de los nuevos vientos que soplaban en la iglesia Becerra mostró que era un artista único. Todo ello fue de la apuesta inteligente, arriesgada y audaz de los en aquel entonces denominados muy magníficos Dean y cabildo de la Catedral. Fueron un grupo de diputados capitulares, quienes firmaron el contrato un 8 de agosto de 1558 para realizar el proyecto de Gaspar Becerra, su primera gran obra a su regreso de Italia e hito en la retadística española. Estamos hoy ante un retablo que por sí solo merece una Catedral pues explica con imágenes el mensaje que desde el púlpito se transmite, el evangelio que los magistrales proclamaban, Becerra lo plasmó en el retablo”, finalizó Gay Alcaín.
Galería de imágenes