Pocos días antes de la declaración del estado de alarma, Juan Francisco García Marín ganó las elecciones a rector en la Universidad de León. La pandemia impide que tome posesión del cargo el 25 de abril, como estaba previsto, y le mantiene ocupado en un confinamiento que sus obligaciones le hacen abandonar en ocasiones
¿En qué ocupa los días de confinamiento?
La mayor parte de mi tiempo la ocupo en el trabajo, teletrabajo y también tengo que hacer trabajo presencial. Este periodo lo he empleado en ordenar la casa, jamás hubiera pensado la cantidad de cosas que acumulamos y son completamente innecesarias. Por último, en leer y ver alguna película.
Algo concreto que eche más de menos de cuando se podía salir a la calle
Precisamente eso, el poder salir cuando quieres, el reunirte con los amigos, el tomar un café o una caña en el bar de la esquina, esa cosa a las que habitualmente no damos importancia. Y por supuesto el ver y abrazar a mi familia.
En el ámbito más interno o personal, se tiene más tiempo para pensar. ¿Qué reflexiones le pasan por la cabeza en la situación actual?
Por supuesto que pensamos más, en particular sobre la situación que estamos viviendo y la salida y recuperación de la misma. Vamos a tener un futuro inmediato muy duro. Las consecuencias económicas, laborales y sociales durante un tiempo sí van a condicionar a nuestra sociedad, lo están haciendo ya, muy negativamente y a muchas familias.
Una crisis así puede suponer una catarsis… ¿Qué cosas cree que debemos cambiar después de esto?
No creo que suponga una catarsis en el sentido de cambiar la sociedad ni nuestra forma de ser y actuar. Pasará la epidemia y cuando nos recuperemos, adoptaremos las mismas costumbres y maneras de hacer y pensar de siempre; es mi opinión. Como investigador, debería cambiar en España la opinión que tienen muchos de los que nos gobiernan sobre la importancia de la ciencia y de invertir en ella. Siempre es una apuesta segura y de futuro como estamos viendo. No sólo acordarse de ella cuando llegan tiempos como los de ahora. Es difícil afrontar problemas como este de la noche a la mañana sin una importante base previa.