Freddie Mercury está vivo, en las pantallas

La última vez que fui al cine salí de casa con la idea de ver ‘Infiltrado en el KKKlan’ y terminé en la sala en la que se reproducía ‘Bohemian Rhapsody’, basada “en la vida” del artista Freddie Mercury. El cambio de idea no fue estrictamente mío, se lo tengo que agradecer a la amplia oferta de películas y horarios del cine de Ponferrada. Y bien pensado puede que saliese ganando.

Después de los 134 minutos de largometraje sólo puedo decir que me pasó algo que me ha pasado muchas veces, que cuando no espero nada bueno me sorprende. Puede que la película no se ajuste a la vida del cantante de ‘The Queen’, que pase de puntillas por la enfermedad que le causó la muerte y por la lucha que libró contra ella. (Sí, siento si alguien piensa que le estoy haciendo spoiler pero el protagonista muere al final). Ni lo noté, porque desconocía los pormenores de lo que pudo vivir Farrokh Bulsara en lo personal. No coincidimos y para cambiar ese aspecto yo tendría que volver a nacer y hacerlo antes.

No obstante, queda sobradamente de manifiesto lo que sí conocía de él, que fue un artista. Una estrella, brillante, escéntrico y homosexual en un momento complicado para reconocerlo. Y justo cuando creía haber tocado el cielo se dejó caer en picado al abismo de las fiestas, el sexo y las drogas. Abandonó el grupo para seguir su carrera en solitario y aumentar todavía un poco más si podía su ego. Y tocó fondo. Le diagnostican SIDA, se arrepiente de la deriva de su vida y trayectoria y vuelve con su ‘familia’, sus amigos, su grupo, para cerrar con broche de oro su carrera en el concierto Live Aid. Posiblemente el mejor que nunca había dado ‘Queen’.

La gran mayoría de las críticas aseguran que no le hace justicia a su legado y posiblemente tengan razón pero creo que tampoco lo ensombrece. Es una película dinámica y rica musicalmente, sin entrar en la pena ni el drama de lo que debe suponer el diagnóstico de una enfermedad que aún a día de hoy no conoce cura. Mercury era pura vitalidad y con ‘Bohemian Rhapsody’ su llama se mantiene aún más viva.

 

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