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Perdida desde 1914 y recuperada en 2002 la tradición de la visita del Nazareno del barrio de Puerta de Rey a la Virgen del Castro convirtió la tarde del sábado en una demostración devota hacia la imagen de “la lluvia”. La Junta Pro Fomento de la Semana Santa de Astorga acompañó a la comitiva junto con las autoridades y representantes de todas las cofradías para agradecer con flores a la Virgen el buen desarrollo de la Semana de Pasión en la ciudad.
Entra en la Catedral el Nazareno
Se hace extraño ver al Titular de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad caminando por las calles de la ciudad fuera de la Semana Santa. En la tarde de un sábado. Pero la imagen lució en su recorrido acompañada por sus braceros y braceras, su banda, los fieles que discurrían tras el Nazareno y todas las cofradías que estaban presentes.
Uno de los momentos más impresionantes de la procesión fue la entrada de la figura del Nazareno en la Catedral. La imagen traspasó la portada principal y enfiló la nave Norte entre pilares y bajo las crucerías hasta colocarse frente al presbiterio, junto a su madre, la Virgen del Castro.
La cofradía del barrio de Puerta de Rey recuperó esta centenaria tradición en el año 2002, la última referencia que se tiene de la visita del Nazareno a la Catedral se pierde en el año 1914.
Ofrenda floral
Como si de un día de la Madre adelantado se tratase, la Junta Pro Fomento organizó asimismo el regalo por parte de todas las cofradías y autoridades de ramos de flores que se fueron depositando a los pies de la Imagen de María. El acto de acción de gracias lo llevaron a cabo representantes de la propia Junta, del Consistorio astorgano, y todas las cofradías de la ciudad, la Archicofradía, y las cofradías de Piedralba y San Justo.
La Misa en la S.A.I. Catedral se abrió con la bendición del Obispo, Juan Antonio Menéndez, que dirigió unas palabras en primer lugar recordando a los dos frailes mártires de la diócesis de Astorga recientemente beatificados en Girona.
Durante el sermón, el secretario canciller del obispado, Francisco Javier Gay Alkain, destacó el papel de los hermanos braceros como auténticos representantes de la penitencia con el peso de las imágenes bajo sus hombros. También hizo hincapié en “el sacrificio y esfuerzo que éstos realizan renunciando a otras actividades con tal de portar su imagen”. “Las cosas importantes no pueden conseguirse si no es con esfuerzo”. Quiso recordar asimismo que “cada uno de nosotros y de toda la creación somos un regalo de Dios para los demás y nuestro deber es cuidar de esos dones entregados, nuestros iguales y la naturaleza”.
En el acto de la ofrenda, que fue recibida por el Obispo, se recitaron los versos del poema en honor a la Virgen de Castrotierra que leyó la Hermana de la Archicofradía de Nuestra Señora de los Dolores, Carmen Gómez.
