Tribunales

El fiscal solicita un aumento de pena para Raquel Gago por esconder el arma del asesinato de Isabel Carrasco

A su vez pide que se mantengan las condenas de 22 y 20 años de cárcel, respectivamente, contra la autora confesa Montserrat González y su hija Triana Martínez
Raquel Gago durante el juicio.

El fiscal de la Audiencia Nacional, José María Casado, pidió hoy dos años más de prisión para Raquel Gago, de 12 a 14 años, por el delito de tenencia ilícita de armas durante la exposición de su recurso de casación ante el Tribunal Supremo contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en el caso del asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco. Asimismo solicita que se mantengan las condenas de 22 y 20 años de cárcel respectivamente contra la autora confesa, Montserrat Gonzálezy su hija Triana Martínez. A su juicio la autora de los disparos no sufría ningún trastorno mental sino que apretó el gatillo movida por el “odio”.

El fiscal considera que Raquel Gago guardó el revolver con el que se cometió el crimen conscientemente de lo que hacía y conocedora del plan para asesinar a Carrasco. “No cabe la menor duda de que Raquel Gago tenía conocimiento y aceptó hacerse cargo de esta arma, un revólver, que no tenía licencia, que tenía los números punzonados, que había sido alterada”, relató el fiscal al tribunal presidido por el magistrado Manuel Marchena.

Además aseguró a este respecto que Raquel Gago tuvo el arma en su poder durante “treinta horas” para “deshacerse” de la misma o para “ocultarla” porque “tenía conocimiento de que con ella se había cometido el asesinato”. Por estos motivos, la fiscalía entiende que el TSJ de Castilla y León absolvió “indebidamente” a Gago del delito de tenencia ilícita de armas y pide que se aumente en dos años la pena de 12 que se le impuso como cómplice.

El abogado de la entonces policía local, Fermín Guerrero, pidió por un lado la nulidad del procedimiento y la repetición del juicio debido a las “contradicciones” en las que, a su juicio, incurrió el jurado en su veredicto. La fiscalía admite la existencia de esas contradicciones pero asegura que no tienen “entidad suficiente” como para provocar la nulidad.

En todo caso y si esta linea de defensa no es aceptada por el Supremo, el abogado defensor de Gago pide también la libre absolución porque, dijo en la vista, el proceso vulneró “el principio de presunción de inocencia” de su cliente. Su línea argumental consistió en todo momento en tratar de demostrar que “no hay base suficiente para considerar que existió un plan previo y preconcebido” para asesinar a Carrasco y mucho menos que Gago participara en él ya que, añadió, las evidencias “están cogidas con alfileres”.

Según su punto de vista no se ha demostrado la existencia de un móvil a pesar de que “se intentó buscar una relación sentimental entre Triana y Raquel y se vió que no”. ¿Qué motivos tenía Raquel Gago para jugarse su vida en estos hechos?”, se preguntó el letrado durante la vista del recurso. Su repuesta fue contundente: “ninguno”.

Montserrat y Triana

Respecto a la participación de Montserrat González y su hija Triana Martínez, el fiscal pide que se desestimen “todos y cada uno” de los recursos de la defensa porque “carecen de fundamento”. A su juicio Triana “tenía conocimiento previo” de lo que iba a suceder porque fue planeado en un “encuentro” en su casa entre las tres condenadas que duró “una hora” en el que ella aceptó su “rol”.

En lo que se refiere a Monsterrat González, el fiscal también se opuso al argumento de su defensa sobre una supuesta enfermedad mental que le habría impulsado a cometer el asesinato. Así, recordó que existen dos informe psiquiátricos que avalan que “exisitió odio y resentimiento pero no ninguna enfermedad patológica que hubiera afectado a su entendimiento”.

Y es que el abogado de Triana y Montserrat, José Ramón García, defendió en todo momento que la autora confesa del asesinato padece un “trastorno paranoide” que anula su responsabilidad sobre lo sucedido. Según su argumento, su defendida “es consciente del delito y no se arrepiente ni se arrepentirá nunca pero no puede frenar el deseo que le produce el trastorno paranoide”

Según dijo, los informes de los médicos forenses “fueron impugnados” y “debería haber sido expulsados de la causa” entre otras cosas por el “procedimiento” que se siguió para hacerlos. En este punto recordó que su clienta fue entrevistada “con los grilletes puestos” lo que, afirmó, impide que se genere la “confianza” necesaria entre el médico y el paciente que sufre el trastorno paranoide.

El letrado en todo momento trató también de exculpar a Triana con el argumento de que no existió un plan preconcebido entre las tres mujeres para asesinar a Isabel Carrasco. En todo caso, dijo, “esa connivencia para nada se ha demostrado como para una condena penal de 20 años”.

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