En la recta final del proceso conocido como Vatileaks 2, por filtración de documentos confidenciales del Vaticano, el fiscal ha pedido el lunes una condena de tres años y un mes de cárcel para el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, antiguo secretario de la Prefectura de Asuntos Económicos y con anterioridad ecónomo de la Diócesis de Astorga, en prisión preventiva desde el pasado uno de noviembre, y tres años y nueve meses de cárcel- para la publicista italiana Francesca Chaouqui. La pena solicitada para esta última ha constituido una sorpresa, al ser incluso mayor que la de Vallejo. El motivo es que el fiscal la considera «inspiradora y responsable”, así como «sujeto dominante”de Vallejo Balda en la filtración de centenares de documentos de las auditoras que trabajaron hace dos años en la reestructuración de los organismos económicos y administrativos del Vaticano.
Volviendo al ex ecónomo de Astorga, el fiscal considera probado que el móvil de ambos fue el “despecho”, pues el sacerdote esperaba un alto cargo en la nueva secretaria de Economía y Chaouqui en la de secretaria de Comunicación. Naturalmente, no los consiguieron pues, según el fiscal, vivían de “aspiraciones infundadas”.
Las penas solicitadas para los dos periodistas italianos que publicaron los documentos en sendos libros se pide un año de cárcel con suspensión condicional, en el caso de Gianluigi Nuzzi, y absolución por falta de pruebas para Emiliano Fittipaldi. El fiscal los acusa de “impulso psicológico” a las filtraciones, considerando autor de las mismas a Vallejo, espoleado por Chaouqui. Ésta, que ha dado a luz a un niño hace quince días y que lo llevó a la audiencia en un carrito, ha manifestado respecto a las declaraciones sobre su persona del fiscal que son “surrealistas”. “¿Qué otra cosa puedo decir?”, añadió.
Para el quinto acusado, menos conocido, es Nicola Maio, un ayudante de Vallejo Balda en la extinta Comisión Investigadora de los Organismos Económicos y Administrativos del Vaticano (COSEA), el El fiscal pide para él un año y nueve meses de cárcel.
Hay que destacar que el sistema penal del Vaticano se inspira en el de Italia, donde nadie entra en la cárcel por condenas inferiores a cuatro años. Entre ayer, martes, y hoy, miércoles, se están desarrollando los discursos finales de los cinco abogados defensores. La defensa del sacerdote español Lucio Vallejo solicitó ayer su absolución en el proceso por divulgar secretos del Vaticano, un delito que él mismo ha confesado pero aduciendo que lo hizo en un clima de amenazas y presiones.
Así, la abogada del execónomo de Astorga, Emanuela Bellardini, solicitó el martes la absolución de su cliente y defendió la tesis de que Vallejo vivía inmerso en “un clima de amenazas” procedentes de la propia Chaouqui, al parecer frustrada al no haber logrado un puesto en la Santa Sede. Según la abogada, en este clima de supuestas amenazas también participó, de forma indirecta, el propio marido de la imputada, Corrado Lanino. La letrada leyó un mensaje en el que éste invitaba a Vallejo a ofrecer un trabajo a su mujer porque estaba «furiosa». El marido también aludía «a los muchos contactos» a los que Chaouqui podía recurrir ya que uno de los presuntos temores de Vallejo era la vinculación de ésta con el mundo de los servicios secretos.
Por otro lado leyó un mensaje de la propia imputada hacia el español, en el que le emplazaba a dejar de hablar de ella en las cenas a las que asistía el cura, al que se dirigía aludiendo a su presunta homosexualidad y llamándole “gusano», entre otras cosas. «Las presiones demuestran que no había una asociación criminal. Yo solo veo a una persona sometida por otra», dijo la defensora.
En cuanto al delito de divulgación de material clasificado, Vallejo ya ha confesado haber pasado información entre abril y julio del año pasado pero la letrada recalcó que no se trataba de material novedoso.
Tras la alocución de la abogada de Vallejo fue el turno de la defensora de Chaouqui, Laura Sgrò, que basó toda su estrategia en demostrar que su cliente era «totalmente ajena» a los hechos imputados y que en ningún momento presionó al sacerdote riojano.
Por ello solicitó para la ex relaciones públicas la absolución de los cargos «con la mayor y amplia fórmula liberatoria posible». Sgrò lamentó que su asistida ha sido víctima de un «metaproceso» auspiciado por la prensa y por las continuas especulaciones sobre su vida e instó al Colegio de Jueces a no basar su sentencia en esto.
La fase final de este proceso en primera instancia continuará este miércoles con el alegato final de los tres imputados restantes, Maio, Nuzzi y Fittipaldi, pospuesto para hoy dada la extensión de los alegatos de los defensores de Vallejo y Chaouqui.