Fin de semana cultural con Marifé Santiago Bolaños

S. G. Este fin de semana Marifé Santiago Bolaños, con sus versos y María José Cordero, al piano, han permitido a los astorganos disfrutar de un cita repleta de poesía, música y mujeres. Cuando estos tres elementos confluyen, la percepción de belleza adquiere un matiz que solo nos lleva a ‘El País de los Pequeños Placeres’. Bolaños y Cordero han sido las encargadas de hacer viajar a ese extraño país tan cerca como lejano en nuestras vidas.

La presentación, apoyada por el Ayuntamiento de Astorga desde su Concejalía de cultura a cargo de Mercedes G. Rojo, estuvo arropada por María José Cordero. Un piano, una voz y una excelente selección musical que dio voz a Antonio Pereira, Leopoldo Panero y Antonio Gamoneda. Un libreto de lujo para acompañar los pequeños placeres de Marifé Santiago Bolaños.

A veces, los versos subieron por encima del tono del piano, otras… la esencia musical acunó el poema, pero finalmente ambas mujeres hicieron de la poesía y la música el contexto perfecto para la presentación del libro […] Es así: no hay, al final, tanta distancia cuando nos referimos a la complicada sencillez de la vida. Hay pequeños placeres en un país cuya geografía tiene el mismo tamaño que el corazón, el sueño y la memoria […] Marifé comienza a gestar hace más de diez años las propias sensaciones, preguntas, respuestas y placeres de su mundo interior que ahora ven la luz.

Publicado por EOLAS ediciones, la edición de este pequeño libro es un manual sobre la sencillez del espíritu y del entorno. Una forma de girar a destiempo en el vértigo de la propia vida, donde el valor de las pequeñas cosas dejan el remanso de la poca importancia convirtiéndose en auténticos placeres.

Fragmento de ‘El País de los Pequeños Placeres’ […] Ladran los perros y he confundido el viento con el canto de un unicornio. Alguien ya no está pero la tierra sigue ligera y pegajosa como si hubiera sido pisada por sus zapatos un día de lluvia. Han llegado otros, ocupan el vacío de los recuerdos desplazados a un baúl lleno de mantas pesadísimas y de infancia. Los que quedan –los de antes- se han enredado en la memoria y no saben salir de ella aunque me canse de encender la luz […] Los recuerdos de infancia son parte de la nostalgia de todos. Para cada uno son los más importantes, pues son los propios, pero alcanzar la sutileza en su descripción, sobreponiendo la poesía a la añoranza, es la magia que envuelve este libro.

Además, el sábado Bolaños deleitó al público con una segunda propuesta cultural, en donde ‘Cien años buscando la paz’ fue la estrella. Bajo el título ‘El cuerpo como espacio de reflexión: performance y pensamiento’ y desde la filosofía y la estética, la autora presentó una obra que reflexiona sobre la paz y la violencia desde el cuerpo como espacio de pensamiento.