El obispo Valera pide no olvidar que las cofradías, hermandades y archicofradía de Astorga llevan “sobre los hombros” los símbolos hacia el Dios verdadero

El prelado de Zamora, Fernando Valera Sánchez, ofreció este sábado en la Catedral de Astorga el pregón que da inicio a los actos de la Semana de Pasión en la bimilenaria

Las voces de la Coral “Ciudad de Astorga” Excelsior y los toques de La Dominica dieron este sábado paso al pregón de la Semana Santa de Astorga 2022 en la Catedral de Astorga. El obispo de Zamora, Fernando Valera Sánchez, fue el encargado de pregonar la Semana de Pasión asturicense ante las decenas de personas que se acercaron para escuchar al prelado zamorano, que ostenta el cargo episcopal desde 2020.

Tras la presentación de su currículum por parte de la presidenta de la Junta Profomento, Raquel Rodríguez y del agradecimiento a la labor de las cofradías, hermandades y archocofradía de la Semana Santa de Astorga y el deseo de que las procesiones y la música vuelvan a las calles, dio comienzo el pregón. Valera Sánchez pidió mirar “la pasión del Dios que padece siendo hombre y para el hombre. La cruz de nuestro Señor, esa que procesiona con la muy venerable e ilustre cofradía de la Santa Vera Cruz y Confalón, es la marca indeleble del dolor, de la finitud de la carne, del peso de la culpa y del pecado. Nosotros, ahora, vemos en la cruz la garantía de la vida auténtica, de la vida plena. En su pasión, nuestra redención”.

Señaló a la Diócesis de Astorga como una Diócesis “amiga, vecina” y el “honor” que supone pronunciar el pregón de la Semana Santa, “uno de los mejores honores que puede brindar la ciudad histórica de Astorga”.  El obispo Fernando Valera propuso silencio y una meditación “que exige que nos descarguemos de la carga de nuestra agobiada existencia”. “Lo más grande de nuestra vida, los momentos más importantes de nuestra existencia, acontecen en silencio. El principio y el final, la entrega y la donación, suceden siempre en el silencio que todo lo inunda. Quizá sea solo un instante. Pero ese instante de silencio es, ahora, kairós. Ese instante de silencio, incontable y despreciable a los ojos del mundo es plenitud de salvación. Astorga conoce bien eqie el silencio va a nejo a la cruz. La Hermandad de los Caballeros del Silencio, y su voto del Jueves Santo, y la silente procesión Penitencial del Viernes Santo. La ciudad calla para que se muestre la elocuencia del silencio de la cruz”.

“Contemplar la pasión del Señor es contemplar al Dios apasionado por el hombre que se pone al nivel de cada uno de nosotros, que sufre en carne propia todos y cada uno de los sufrimiento”. El prelado zamorano pidió este sábado en la Catedral de Astorga meditación en tres momentos: “Miremos la escena de la pasión y entremos en ella, participemos de ella. Él es el hombre golpeado, coronado con las espinas que se clavan en las sienes. Crueldad que es redimida y que nos invita a ser, desde la cruz, para los demás el pan de cada día. El camino de los seguidores de Jesús es el camino del Calvario. Si algo no es cristiano es la indiferencia ante el rostro lacerante y sufriente de cualquier ser humano. Por último, meditemos el momento cubre de la crucifixión, el amor lo ha explicado todo en un mundo que, sin los ojos de la fe, seguirá sin entender nada”.

El obispo Fernando Valera finalizó mentando a todas las Cofradías, Hermandades y Archicofradía de la ciudad bimilenaria y destacó su meritoriedad “por su devoción, por sus hermandades, por su ejemplar disciplina, por su compromiso social”. “No olvidéis esto: lleváis sore vuestros hombros, tneéis ante vuestros ojos, los símbolos que nos llevan al Dios verdadero. La imagen, sin la realidad que representan, no sirve. Es pura idolatría. Sé bien que aquí no es así. Pensad y orad para que el Dios crucificado os otorgue la bendición de permitiros estar a la sombra de su cruz.; para que, en la imagen, Él mismo se os haga transparente y os dé la gracia para que, en los otros hombres, en las otras cruces, sintáis la presencia permanente del Señor”.

Tras los aplausos del público y las presidencias de las Cofradías, Hermandades y Archicofradía de Astorga, representantes civiles y eclesiásticos, representantes de las Juntas de la Semana Santa de León y Benavente, la Coral Excelsior, bajo la batuta de su directora Milagro Alonso Cepedano, ofreció cuatro piezas que conmemoran cuatro momentos de la Pasión de Cristo. In monte Olivetti, de José María Álvarez, Caligaverunt, de Tomás Luis de Victoria, el Stabat Mater, de Kodaly y Cristo ha resucitado de Taizé.

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