La Autoescuela Ferblan afirma que la Camara de Comercio imparte cursos en “perjuicio de las empresas locales”

El director de la empresa, Fernández García, apunta que esta institución sigue "empeñada, año tras año, en ayudar al comercio astorgano de una manera muy contradictoria: trayendo a empresas foráneas para prestar servicios que ya ofrecen las astorganas"

DA Desde la Autoescuela Ferblan sostienen que la Camara de Comercio imparte cursos en “perjuicio de las empresas locales”, ya que sigue “empeñada, año tras año, en ayudar al comercio astorgano de una manera muy especial y contradictoria: trayendo a empresas foráneas para prestar servicios que ya ofrecen las que hay en Astorga”, manifiesta el director de la Autoescuela, Guillermo Fernández García.

En un comunicado que envían a los medios de comunicación, Fernández explica que “lo cierto es que no alcanzo a entender qué interés mueve a su presidente a insistir en esta política, teniendo además en cuenta, que el beneficio económico para la propia Cámara es prácticamente anecdótico comparado con las cifras que suele manejar, siendo las máximas beneficiarias las empresas prestatarias del servicio”.

El responsable de esta empresa considera que “con esta práctica se da definitivamente a entender que a la Cámara le importa bien poco la actividad comercial de esta ciudad con tal de seguir sobreviviendo como sea, incluso renunciando a su propia esencia: la defensa de los intereses generales del Comercio y la Industria de su demarcación”.

Fernández García apunta que, “a este respecto, no estaría de más que nuestros próximos responsables políticos municipales, los que sean, trataran de dar cumplimiento a todas sus últimas y aún recientes promesas de incentivar y dinamizar el comercio de Astorga, ayudar a las empresas locales, fijar población… Creo que una de las maneras más prácticas sería, entre otras, disuadir a la Cámara de que siga dando la lata a los pequeños empresarios de la ciudad apostando por las empresas de fuera, que, teniendo todo el derecho a competir con las locales, no deberían hacerlo con la connivencia y la colaboración total de las instituciones locales”.

Por otra parte, el director de la autoescuela anima a todos los empresarios de Astorga a que lean este artículo, para hacer suyo el poema de Bertolt Brecht que versaba: “Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me
importó. Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde”.

El empresario continúa afirmando que “no se extrañen de que la Cámara acabe por poner una cafetería en sus dependencias o abrir en la ciudad una pescadería, carnicería o zapatería, eso sí, todo subvencionado, con publicidad gratis, llamando puerta a puerta a todos aquellos ciudadanos que figuren en sus bases de datos y vendiendo su mercancía a mitad de precio. A algún empresario del sector de las academias, por ejemplo, ya le ocurrió algo parecido y tuvo que echar el cierre”.

“Así pues, si se lleva a término aquella pretendida y anunciada campaña de captación de socios para engrosar las arcas de la Cámara, reflexionen primero antes de jugársela. Como pasa en la carretera: a tu lado vamos todos”, añade Fernández García. “Igual que ya hice en otro escrito anterior, sin ningún éxito, exhorto al presidente de la Cámara a seguir un principio moral de raíz ilustrada kantiana y también cristiana: no quieras para los demás aquello que no quieras para ti mismo”, señala el director de la autoescuela.

Desde Ferblan concluyen exponiendo que “si, como me consta, a él no le gusta nada la justa competencia con otras empresas de su propio sector, podrá entonces entender que a mí me moleste tener que competir con una entidad que juega con ventaja y cuenta con otros recursos y posibilidades a las que ni mi empresa ni yo podemos acceder”.

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