La hostelería vuelve a la carga tras un duro tramo de confinamiento que ha ocasionado muchas pérdidas. Esta mañana, los bares comenzaban con la instalación de las terrazas y poco tiempo después los clientes iban llegando para ocupar los lugares permitidos.
La vuelta a la ‘nueva normalidad’ trae consigo rutinas como la desinfección o la separación protocolaria. Clientes utilizando geles hidroalcohólicos o portando mascarillas es la nueva imagen que dejan las terrazas de la ciudad.
Estas son las directrices a seguir para la apertura:
Deben estar al aire libre y, el aforo máximo permitido será finalmente del 50%, aunque hay que garantizar las distancias de seguridad. En una misma mesa o conjunto de mesas puede haber un máximo de 10 personas, pues éste es el límite para las reuniones sociales. Se consideran terrazas al aire libre “todo espacio no cubierto o todo espacio que estando cubierto esté rodeado lateralmente por un máximo de dos paredes, muros o paramentos”.
Se evitará el uso de cartas de uso común y se primará el uso de dispositivos electrónicos propios, pizarras, carteles u otros medios similares. Asimismo, ya no se repartirán en las mesas productos de autoservicio como servilleteros, palilleros, vinagreras, aceiteras, y otros utensilios similares. Ahora se repartirán monodosis desechables. También se favorecerá todo lo que tenga que ver con un solo uso, para poder tirarlo, como los manteles de papel.