Fake news, la otra pandemia

Con datos de estudiosos sobre la materia, resulta que casi la mitad de los mensajes que viajan por las redes sociales serían fake news, esto es, falsas noticias. En estas semanas de confinamiento obligatorio todos nos hemos volcado con nuestros teléfonos móviles a comunicarnos con los demás, con el mundo exterior y el tráfico de datos que circula por ahí está siendo literalmente espectacular.

De la misma forma que las relaciones humanas parecen haber quedado constreñidas a la red, incluidos los medios de comunicación digitales que viven días de audiencias históricas, se ha colado por decirlo de alguna forma también lo negativo, la mentira, el bulo que en formato igual que otras muchas verdades y temas serios se vuelven noticia viral y trampa para muchas personas.

Todo ello ha conformado una auténtica selva para los usuarios, para las personas que ya no distinguen realidad de ficción. ¿Qué hacer? Los mismos estudiosos que intentan medir y cuantificar las noticias falsas y dañinas nos aconsejan que no sólo bebamos de una fuente, esto es, que escuchemos a varios sobre un mismo tema. Que acudamos a la fuente si es de confianza, con cierto prestigio o profesionalidad. Y sobre todo, que no nos creamos todo lo que nos llega al dispositivo móvil o al ordenador.

En términos de marketing existen verdaderos genios en desprestigiar a una marca, a una persona para montar toda una campaña de desprestigio. Con ello se consiguen cambios de decisiones políticas o empresariales, predisposición a favor o en contra de algo o alguien…En definitiva, manipular la opinión y las conciencias.

Tanto a nivel planetario con recursos y personal de Defensa y Seguridad, como a nuestro nivel pedestre, siempre hay una mente enferma de odio y poder que intenta manipularnos con perfiles falsos, supuestos medios de comunicación de dudosa entidad y con un cinismo gigantesco. Nos queda el consuelo que frente al culto al yo o a una mala causa, siempre existirá algo en la gente que nada ni nadie puede parar, es el amor, su fuerza y su luz.

En ABC

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