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La Junta Vecinal de Estébanez de la Calzada ha acudido la mañana de este martes al Seprona para que intervengan e investiguen “los supuestos vertidos de lixiviados que la madrugada del domingo al lunes se estaban vertiendo en el CTR de San Román de la Vega, aprovechando las lluvias”, explicó el presidente de la Junta Vecinal, Cándido Martínez.
El lunes un grupo de vecinos de Estébanez vieron que el agua que salía por el desagüe del vaso del CTR era muy oscura “como negro chapapote y tenía un olor tóxico y nauseabundo”, señaló Martínez. Las captaciones de agua de Estébanez de la Calzada están situadas a 1,5 kilometros del CTR y la localidad está ubicada en el valle hasta donde llegan los vertidos arrastrados por el agua, “por esto somos uno de los pueblos más perjudicados”.
Una vez los vecinos dieron avisaron al presidente de la Junta Vecinal de esta entidad menor perteneciente al municipio de Villarejo de Órbigo, este llamó sobre cerca de la 1:00 horas a la Guardia Civil para que vieran lo que estaba ocurriendo. Acudieron tres miembros del cuartel de Benavides de Órbigo que manifestaron que procederían a hacer un informe donde se reflejaría “lo que hemos visto, que las aguas salen turbias y con espuma”, señaló uno de ellos.
El presidente de la Junta Vecinal y otros vecinos comprobaron este lunes que “los tubos del desagüe estaban completamente limpios” pero la noche anterior se encargaron de recoger imágenes y muestras que se han presentado al Seprona para solicitarle que sea ahora quien proceda a recoger muestras para determinar si hay delito ambiental.
El alcande de Villarejo de Órbigo, Joaquín Llamas también estuvo en la madrugada de lunes y pudo comprobar con sus propios ojos “los lixiviados que salían del desagüe de CTR cuando se supone no se tiene que vierte nada”, apuntó. Esta tarde de martes se reunirá con la Mancomunidad del Órbigo para que se proceda a analizar las muestras recogidas para saber lo que hay y en caso de haber elementos contaminantes tomar cartas en el asunto.
Pero que esperaban, cuando hicieron ese vertedero con todos los pueblos de alrededor en contra. La mayor vergüenza por haber echo el CTR ahí, zona llena de acuíferos, montes, pero desgraciadamente priman oscuros intereses económicos sobre la salud de las personas. Ahora a esperar que a algún juez iluminado, vea lo innegable. Que nos dieron gato por liebre, y ahora los que vivimos ahí nos vamos a comer la mierda de toda la provincia. Asco y verguenza!