“Estamos ante un crimen por odio larvado de madre posesiva”, Ricardo Magaz

Móvil, ejecución y perfil de las presuntas asesinas son explicados por el profesor criminalista, Ricardo Magaz, quien cree que el odio larvado desencadenó tal fatal decisión.
El profesor criminalista y policía, Ricardo Magaz, analiza en exclusiva para EBD-DB el caso.

 

A.J.GARCÍA NISTAL Una de las cosas que más llaman la atención en el sangriento crimen contra la presidenta del PP, Isabel Carrasco, es el modus operandi. Nadie en Astorga se explica cómo una madre de familia puede llegar a disparar con esa frialdad, ni tan siquiera planteárselo. EBD-DA se pone en contacto con Ricardo Magaz, reconocido y prestigioso policía y criminólogo español con una amplia trayectoria profesional y didáctica. “Es un caso absolutamente raro en una sociedad como la leonesa, en la que se vive en un microcosmos  de círculos personales pequeños, es algo inusual”, explica el experto.

Perfil madre posesiva

Siempre guardando todos los respetos y la provisionalidad de los datos que se van sabiendo, Magaz cree que “estamos ante un perfil de madre posesiva, muy vigilante de su hija que, no olvidemos, es hija única. Tenían, al parecer, una relación de uña y carne, extraño por la diferencia de 20 años de edad entre ellas”. La madre actuaría de forma que la víctima era el centro de la culpa de todo lo que le estaba pasando a su hija, incluso por extensión a ella. De ahí esa ejecución sumarísima. “Efectivamente tiene los visos de una ejecución de sicarios, como los colombianos, que tanto se ha estudiado y sufrido. Se creía que era de un calibre 22 la munición y eso extrañaba, pues no tira al suelo por su pequeño calibre. Mata si entra en órganos vitales, como le sucedió a Kennedy. Se supo después que era un 38, lo que el grueso de la bala es casi mortal de necesidad. Los dos primeros disparos tiran literalmente al suelo a la víctima. Es un derrumbe semimortal. Pero el remate en la base del cuello y  la cabeza es un acto ejecutorio, de odio larvado y de remate de la acción”, diserta Ricardo Magaz, quien añade que “generalmente estos casos de odio personal suelen tener secuencias de disparos pares, no siempre, pero estadísticamente es así. De ahí los dos primeros y luego los dos últimos de ejecución sumarísima”. Vamos, muerta y rematada, espetamos, algo que nos deja atónitos por ser un ama de casa y que le insistimos al especialista criminólogo, además de policía. Preguntamos al profesor Magaz por la hija, Montserrat, “No se ha asumido bien unas expectativas profesionales fantásticas, incluso políticas. La madre formaba equipo, tándem con su hija. No supieron asumir un problema de los que da la vida. Han visto la botella o el vaso medio vacío y no medio lleno. Pensemos. Una ingeniera de Telecomunicaciones es una profesión valorada y de prestigio, es joven y con el mundo por delante. Su padre además es un policía valorado, querido y respetado que está en sus últimos años en un destino voluntario relativamente tranquilo con una proyección social todos muy buena. No se ha sabido digerir, por decirlo de alguna forma, un revés, una situación dura de las que da la vida en ocasiones”.

El padre es otro punto a tratar. “Conozco en mi condición de astorgano y cepedano a Pablo, además de otros asuntos profesionales y lugares. Es un hombre integrado, buen profesional. No es de extrañar que haya pedido el relevo porque lo que estará viviendo es muy duro”.

 

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