Alejandro J. García Nistal El protocolo y la Organización funcionó como un reloj. Ante las Cortes Generales y numerosas autoridades, en total 2.000 personas, el Congreso de los Diputados asistió a la jura y proclamación de don Felipe de Borbón como Felipe VI de España. En su discurso, el nuevo rey dejó claro que es un rey de una España “en la que cabemos todos”, en claro aviso a los nacionalismos radicales que mantienen en jaque a la política española actual. La ceremonia, cargada de pequeñas anécdotas, confirmó la no presencia de los padres, don Juan Carlos y doña Sofía. “El relevo se ha hecho con toda normalidad”, declaró el presidente Rajoy. Las ausencias de parte de la familia Real, en especial de la hermana e Infanta doña Cristina, por el caso Urdangarín, también está siendo muy comentado en redes sociales, retransmisiones, etc.
Los ministros y restos de autoridades han tomado los autobuses camino al Palacio Real, donde en un rolls descapotado de color negro los nuevos reyes realizan un trayecto en el que millares de ciudadanos saludan y hacen de la bandera de España el adorno principal de edificios e icono del día más importante del nuevo rey Felipe VI.
Un rey constitucional
Don Felipce explicó en su discurso oficial que era “un rey constitucional de todos los españoles. La unidad de España no significa uniformidad, sino diversidad en un espacio común”. Tuvo palabras para los desempleados y las víctimas del terrorismo”.
Terminado los actos en el Congreso de los Diputados se ha llevado a cabo un recorrido hasta el Palacio Real de Oriente. Millares de españoles y de curiosos agolpaban el recorrido con banderas rojigualdas.