Errores, inexactitudes y ambigüedades en el catastro y otros documentos legales

Por razones que no viene al caso citar en detalle , me he dedicado desde hace más de 30 años a labores de agrimensura y publicado numerosos artículos sobre este y otros asuntos parecidos. Como ya vengo haciendo desde hace años, trataré de escribir sin revisar y recomprobar uno a uno todos los datos aquí citados, que en muchísimos casos tengo recogidos en una enorme cantidad de apuntes y publicaciones. Me fiaré de mi memoria. Si los revisare uno a uno, emplearía tanto tiempo que sería difícil terminar este artículo. Además la manía de revisar y repasar lo que ya se sabe puede ser  contraproducente, sobre todo cuando los recuerdos son nítidos. Por otra parte y dejando a un lado parte de los aspectos históricos voy a centrarme en el presente. Es lo más importante.

Y el presente y lo importante es que en los datos (gráficos y numéricos) del catastro hay errores muy frecuentes, mucho más de lo que podría parecer. Yo diría que actualmente, con carácter general y de entrada hay que desconfiar de los datos del catastro. Como además se da la circunstancia de que los datos del registro de la propiedad están coordinados con los del catastro, resulta que también estos errores se reflejan en los datos del registro de la propiedad. Lo he comprobado de modo reiterado recientemente.

Todo esto da lugar ( o puede dar) a interminables discusiones entre particulares, ya que efectivamente y en principio los datos del catastro y del registro de la propiedad, son los válidos…al menos legalmente. No obstante en mi opinión la ubicación y características geométricas de muchas, muchísimas fincas, en la realidad no coincide con las reflejadas en el catastro y en el registro citado. En conclusión tanto el catastro como el registro de la propiedad, exponen datos que no son ciertos.

Aunque me podría extender mucho más, diré que ya en el año 2005 al tener conocimiento del llamado SIGPAC y hacer algunos análisis del mismo, empecé a sospechar que muy a menudo las fincas aparecían dibujadas en los modernos planos catastrales mal. Fue algo que me sorprendió, pues en principio parecía que las modernas tecnologías serían para mejorar. Me di cuenta ( se da cuenta cualquiera) al ver como muy a menudo la traza de los linderos de las parcelas, no coinciden con lo que se observa en esas modernas fotografías (ortofotografías). Es más yo diría que esta falta de coincidencia, es mucho mayor y evidente que en las viejas fotografías de los años 50 que están en blanco y negro; pero que no se pueden usar como un plano digamos normal. Las fotografías de los años 50 son (hablando técnicamente) imágenes en proyección cónica, como cualquier fotografía, aunque tomadas a distancias muy grandes. Por ello cabe señalar que las fincas (parcelas) y todo lo reflejado en esas viejas fotografías aparece con cierta “deformación”, comparándolas con fotografías modernas similares pero que están lo que se llama restituidas, es decir que hechas de tal modo que se puede medir sobre ellas como en plano normal. Son imágenes en proyección ortogonal.

Aunque los deslindes de las fincas, caminos y otras referencias en las viejas fotografías de los años 50, se ven a veces de modo nítido y aunque los deslindes en concreto parecen bastante bien dibujados ( mejor que actualmente yo diría), la escala de aquellas viejas fotos (una escala que no era constante) y el hecho de que no fuesen ortofotos (como las actuales) daba lugar a que una finca cualquiera, aunque estuviese muy bien dibujada sobre las fotografías, a la hora de situarla en el terreno presentase serias dificultades. Podemos decir que esos viejos datos catastrales tenían grandes márgenes de imprecisión que no viene al caso analizar. En consecuencia  señalaban las esquinas de las fincas de modo poco preciso , si a partir de esos viejos planos se pretendía situar la finca en el terreno.

Todo eso se pretendió corregir, pero por razones que yo no acabo de entender del todo, ahora mismo resulta obvio y evidente que en las planos (ortofotos) de la Sede Electrónica del Catastro (SEC) hay errores por doquier. Lo puede comprobar cualquiera. Ver imagen  adjunta. Es muy frecuente ver esquinas de las fincas “desplazadas” varios metros. En definitiva las imprecisiones antiguas se ponen ahora de manifiesto de modo muy evidente. Antaño había indeterminación o imprecisión en los datos catastrales y ahora hay errores manifiestos.

En tiempos muy recientes ( no sé exactamente en qué año), se adoptó la práctica de indicar las coordenadas numéricas de las esquinas de cada parcela y se hace con precisión de más o menos un centímetro. Yo pienso que determinar la posición de la esquina de una finca con precisión de más o menos un centímetro, dos o incluso tres  me parece,  una temeridad. Una vieja pared por ejemplo puede tener un ligero “desplome” que supere los 3 centímetros. En cualquier caso lo que resulta evidente es que esas coordenadas (largos listados de números) , no corresponden a las esquinas reales de las fincas, esto es a las que se ven en las imágenes y en la realidad. Corresponden a las de las fincas tal y como están dibujadas sobre las ortofotos. Pero resulta evidente que por norma general o casi general esos dibujos están mal hechos, como puede comprobar cualquiera.

Además esos listados de números (coordenadas) resultan de muy difícil comprensión para la gran mayoría de los ciudadanos y sólo topógrafos o técnicos similares son capaces de entenderlos, analizarlos y evaluar su grado de fiabilidad. Aunque no sea necesario, yo entiendo que se debería indicar que esos números están expresados en metros lineales. Como tienen DOS cifras decimales, indican la posición de las esquinas de una finca o parcela con precisión de más o menos uno centímetro, es decir una centésima de metro. ¿No será mucho precisar?. Pregunto.

Personas con algunos conocimiento de topografía y agrimensura, quizá tengan la tentación de hallar la expresión numérica de las coordenadas de una finca, simplemente midiendo sobre la pantalla del ordenador. Es una práctica totalmente desaconsejable y que dará lugar a errores si se pretende hacer un listado veraz y con precisión de más o menos un centímetro, como pretenden el catastro y el registro de la propiedad.

Ello es así entre otros motivos porque la nitidez de las imágenes modernas aún sigue siendo insuficiente a tal efecto. Una pared de 25 centímetros de ancho en las imágenes modernas actuales, se ve como una línea, en el caso de que se vea esa pared. Si se amplían las imágenes y por mucho que lo hagamos no es posible ver sobre la pared, una moneda de un euro por ejemplo y por ello es imposible indicar las coordenadas (números) con precisión de más o menos uno centímetro.

Por otra parte es evidente que los listados (coordenadas expresadas con números), indicados en el catastro y en el registro de la propiedad, corresponden a posiciones que difieren a menudo en varios metros de las señaladas por las coordenadas que actualmente son legalmente las válidas. En una palabra que los datos legales (catastro y registro de la propiedad), son falsos en muchos casos. Este es un magnífico ejemplo del dicho popular. “Hecha la ley , hecha la trampa”.

Solucionar estos problemas y hasta donde yo se es un tema complejo y  que además requiere el consentimiento de todos los colindantes afectados. Yo utilicé hace años topografía convencional (teodolito óptico, mira taquimétrica y cinta métrica) y sólo logré determinar coordenadas con precisión de más o menos ¡un metro¡. No hay más remedio que consultar con los profesionales adecuados, que utilizan la tecnología GPS más reciente . Hay abundantes datos en la Red. Quizá una buena opción sea dejar pasar el tiempo y esperar a que en el futuro estos asuntos se puedan solucionar de modo más sencillo, sobre todo si los errores son tolerables o admisibles, pero este es ya otro tema. La expresión numérica de las coordenadas hay que redactarla con mucho cuidado.

Por último puntualizo que remití este artículo a mi amigo D. Rogelio Cerdeira Crespo , ingeniero de minas y experimentado topógrafo, que sabe creo más que yo de estos “berenjenales”, para que me corriese lo que juzgare oportuno. Fue en buena medida mi buen maestro hace años (trabajando en la mina) y yo como buen alumno de vez en cuando aún le consulto.

Bembibre, 26 de septiembre 2022

Rogelio Meléndez Tercero

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