Enseñando matemáticas y astronomía

El fin de estos artículos no es otro que divulgar el conocimiento científico, aunque eso si a un nivel muy elemental y por ello entiendo que viene como anillo al dedo referirme a una obra que en estos días se está rehabilitando en Castropodame, en un espacio abierto al público. La obra actual se hizo hace ya 13 años (tras otros varios años más de estudios e intentos más o menos infructuosos). Se trata del que yo denomino un parque solar didáctico, que cuenta con dos relojes de sol convencionales, una rosa de los vientos y un gran cuadrante que es reloj y calendario solar muy singular porque por raro que parezca señala siempre hora oficial.

He escrito mucho sobre este tema. Es un asunto que llevo estudiando (y en parte poniendo en práctica) desde hace mas de 25 años y sin embargo me da la sensación de que una gran parte del público en general, aún no ha captado bien la idea. Aprovecho pues esta oportunidad de escribir en “Bierzo Digital”, para explicar, sobre todo a los vecinos de Castropodame y Bembibre; pero también al público en general de que se trata. Es mucho muchísimo lo que podría contar de esta obra y por ello me ceñiré únicamente a las cuestiones que me parecen más prioritarias y dentro de estas las que hacen referencia al reloj-calendario solar.

 

A diferencia de los relojes de sol digamos comunes y corrientes, en el reloj-calendario solar en cuestión la señalización de fechas y horas se hace mediante el movimiento de la sombra de un punto. En este caso es el cuello de un pájaro de escayola. La sombra de este punto en función de la fecha recorre el cuadrante solar más al Norte o más al Sur. En los bordes del Naciente y del Poniente hay carteles que indican las fecha correspondiente. Al mismo tiempo a la hora que corresponde cruza la correspondiente línea horaria. Estas líneas en el caso de Castropodame son sólo aparecen señalizadas horas en punto pero se pueden hacer líneas de medias horas , de cuartos de hora o incluso fracciones de  cinco minutos.

Además de la fecha y la hora en este cuadrante se reflejan una serie de datos más como las diferentes estaciones del año, la ecuación del tiempo o las amplitudes ortivas y occiduas del Sol. La hora es siempre hora oficial es decir la misma que usamos en la vida cotidiana Esta es sin duda alguna una de las características más importantes, pues cualquier visitante puede comparar la hora que se señala en este Parque Solar con la que marca su reloj y ver que en efecto funciona correctamente. Lógicamente dado que se señalan sólo las horas en punto es entonces cuando mejor se puede hacer la comprobación.

No me voy a extender mucho hablando de esta obra que se está rehabilitando en Castropodame, aunque señalo que si me pongo a explicar en detalle todo el conocimiento matemático y astronómico que  se refleja en el mismo se podría muy bien escribir un libro. No obstante, si señalaré dos características muy importantes. La primera es que un reloj-calendario como el de Castropodame requiere un diseño concreto y específico para cada localidad del Mundo. La latitud y longitud geográficas son diferentes en cada parte de La Tierra y por ello cada a cada lugar corresponde un diseño concreto. No obstante si se trata de localidades muy próximas (Bembibre y Castropodame por ejemplo); las diferencias son tan escasas que apenas se notan a simple vista. En localidades separadas en El Bierzo por más de 20 Km. en sentido Este-Oeste (longitud geográfica) ya empezarían a verse a simple vista las diferencias, pues esos 20 kilómetros son suficientes  a la latitud del Bierzo para notar el transcurso de un minuto de tiempo. Es este un tiempo suficiente para poder ver a simple vista si el diseño es el que corresponde o no a una localidad dada. Es cierto no obstante que si la diferencia entre longitud de dos localidades es de 15º o un múltiplo de esta cantidad los diseños son iguales, aunque con diferente horario si este está referido al Tiempo Universal. En definitiva que a cada localidad del Mundo en principio le corresponde un diseño específico porque en un instante dado la hora oficial es la misma en amplias zonas de La Tierra y la posición del Sol varía siempre de un punto a otro de la superficie terrestre.

Otra característica importante es digamos la inversa a la señalada. A partir del diseño raíz específico para cada localidad hay una gama muy amplia de formas que puede adoptar un parque solar como este. Se pueden hacer por ejemplo varias esferas o cuadrantes algo que ni en Castropodame ni en Bembibre se ha hecho; pese a que ya desde hace muchos años he sido consciente de que es muy conveniente hacer más de una esfera o cuadrante pues hay fechas y horas del año que se representan muy bien a una escala pero muy mal a otra. Además el diseño de parques de este tipo puede (incluso yo diría que debería) hacerse mediante plantas y flores lo que los convertiría en auténticos jardines con las necesidades y características propias de todo jardín, pudiendo a lo largo del tiempo variar mucho su aspecto (cambiando los tipos de flores y /o plantas) como ocurre en cualquier otro jardín.

Lo que se está haciendo en Castropodame es algo muy simple y pensando sobre todo en que su mantenimiento sea sencillo. En una población mayor que Castropodame ( tiene unos 100 vecinos) en la que se cuente con más medios de mantenimiento se podría hacer una obra espectacular, en mi opinión. El único inconveniente que tiene una obra de este tipo  (también es solo mi opinión) es que el nivel medio de conocimiento matemáticos y astronómicos de la sociedad aún debe avanzar un poquito mas para poder entender, valorar y saborear  los conocimientos reflejados en una obra de este tipo. Con artículos como este pretendo que esta situación poco a poco vaya cambiando.

Adjunto una imagen que refleja el inicio de las obras de recuperación enviada por José el pintor que está llevando a cabo las obras ordenadas por la Junta Vecinal de Castropodame.

Madrid 6 de octubre de 2018

Rogelio Meléndez Tercero

 

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