Enrique Martínez Prieto tiene una larga historia como cofrade. Desde que nació ha sido parte de la Hermandad de Jesús Nazareno de Ponferrada, su padre y su abuelo habían sido porteadores antes que él y la vida cofrade se celebra en familia. “En Ponferrada viví mis primeros años y vi la Semana Santa como parte de una cofradía”, recuerda. Este año, ha recibido el encargo de la Junta Profomento de inaugurar este sábado con su pregón, a las 20,00 horas en la Catedral, la Semana de Pasión en Astorga.
Tras la visita de pregoneros religiosos como el arzobispo emérito de Sevilla, Enrique Martínez es el primer pregonero en años que pertenece al ámbito eclesiástico de la ciudad, algo que toma con “orgullo”. Nacido en Ponferrada, fue ordenado presbítero el 26 de junio de 2004 en la S.A.I. Catedral de Astorga y en la actualidad ejerce el cargo de rector del Seminario Mayor de la Diócesis. Fue capellán de la Virgen de la Encina para sus visitas a los santuarios durante el Año Jubilar, entre otros cargos y miembro del Consejo Nacional de Juventud desde 2012.
¿Cómo recibió la noticia de que será el pregonero de la Semana Santa 2019 en Astorga?
Con emoción y mucho agradecimiento a la Junta Profomento y a la ciudad porque sé que para Astorga este es un evento importante y que se hayan acordado de mí emociona y por tanto lo recibí con cariño. Por otro lado, también con responsabilidad. Conforme se acerca el día llegan también los nervios porque quiero estar a la altura de la invitación que me han hecho.
Sin desvelar todos los secretos, ¿qué podemos esperar este sábado de su pregón?
He querido hacer un pregón que le guste a la gente que vibra con la Semana Santa. No para quedar bien, sino porque yo también soy cofrade y he vivido desde dentro de las cofradías la Semana Santa desde pequeño y como cura este sentimiento no ha desaparecido. Lo que a mí me emociona de estos días y de todo lo que significa la Semana Santa en torno a las cofradías y sus procesiones voy a ser sincero a la hora de exaltar la Semana Santa de Astorga y las personas que vibran con ella se van a sentir identificados.
¿Qué signfica la Semana Santa para usted?
A veces se intenta contraponer la Semana Santa de la liturgia, la que se vive dentro de las iglesias, con la que se vive en la calle con las procesiones. Quizá por postura oficial los curas reivindicamos más lo de dentro y los cofrades laicos reivindican más lo de fuera. Mi apuesta es que las dos cosas se complementan y no hay que contraponer. Por el contrario, lo de fuera ayuda a vivir lo de dentro y lo de dentro cobra su máxima expresión cuando sale a la calle y se hace testimonio público de fe. Siempre he vivido con emoción ambas cosas y no quiero renunciar a ninguna de ellas. Me gustaría que hubiera pacto y disfrutar de que los actos litúrgicos sean lo más bellos y expresivos posibles y que las procesiones tengan la máxima participación.
¿Qué tiene de especial la Semana Santa de Astorga?
Cuando llegué aquí lo primero que me llamó la atención fue la fuerza que tiene y la presencia social. En una ciudad con los habitantes que tiene nuestra Astorga, el número de cofrades, procesiones y cofradías es muy llamativo. Venía de una ciudad con un número mayor de población y, sin embargo, con un número de cofradías menor. Me dije “qué potencial tiene la Semana Santa de Astorga.
¿Cree que Astorga se merece el reconocimiento de ‘Interés Turístico Internacional’?
Sin duda. Se merece todos los reconocimientos. Viendo todo este esfuerzo, con menos población y menos subvenciones cuesta más. Lo que demuestra el gran compromiso. Hay gente que duplica y triplica su presencia en las cofradías y son braceros y músicos. Mantener todo eso tiene un valor inmenso.
Usted siempre está abierto a la ciudad de Astorga. No hay evento “pequeño” al que no abra las puertas del Seminario y usted le ha dado ese carácter, ¿por qué tomó esa decisión?
Creo que no puede ser de otra manera. No podemos vivir aislados y lo que tenemos es de todos. La iglesia siempre lo ha pretendido. Cuando aquí había un colegio, la vida escolar limitaba mucho más el tipo de actividades que se realizaban, claro. En este momento, aunque lo primero sigue siendo la identidad propia del Seminario y los jóvenes que aquí se forman para ser curas, creo que tiene que estar abierto a la ciudad. Como todas las cosas que son buenas son buenas para todos, pues bienvenidas sean la cultura, la gastronmía y los conciertos. Es un edificio emblemático de la ciudad y quiero que vengan a visitarlo y a disfrutarlo.