“No nos lo hemos planteado, pero si la desescalada se produce en diferentes fases en Valladolid, León y Zamora, nos tendrían que informar. Pero sinceramente creo que seguiremos con la misma dinámica que ahora; y si nos paran los agentes saben que somos cercanos. No creo que haya problemas”. La alcaldesa de Quintanilla del Molar (Valladolid), Mari Paz Polo, es consciente de que la ubicación geográfica de su localidad podría suponer alguna molestia a la movilidad de sus habitantes en la futura desescalada por el Covid-19, principalmente si las tres provincias en las que hacen su “vida” atraviesan niveles distintos en función de la evolución de la epidemia.
Tanto Quintanilla del Molar como la cercana Roales pertenecen administrativamente a Valladolid, pero tienen prefijo telefónico de Zamora, el 980, en cuya Comandancia de la Guardia Civil se integran, corresponden al Obispado de León y su centro de salud de referencia está en Valderas, también en la provincia leonesa. “Tenemos que ir a León y Zamora sí o sí”, sostiene Polo.
De nuevo, el ámbito provincial salta al escenario nacional del Estado de las Autonomías, en un momento en el que España empieza a ver la luz de este confinamiento, que no de la crisis sanitaria y económica. En total, una docena de municipios de la Comunidad dependen administrativamente de una provincia pero se asientan en territorio ajeno. De ellos, el más conocido y simbólico es Treviño, enclave burgalés que se encuentra en Álava y que además es el más grande en extensión. Los alcaldes de algunos de estos consistorios, con los que ha hablado Ical, confían en que la dinámica de su movilidad no se vea alterada si se dieran distintas fases en la desescalada entre los territorios provinciales.
En todo caso, espera que si se llega a esa circunstancia y las provincias discurren por fases diferentes, la propia Diputación de Valladolid o Delegación del Gobierno les asesore. “Esta peculiaridad nuestra la tienen que tener en cuenta”, comenta Polo, quien recuerda que los escolares de la localidad acuden a clase habitualmente a Valderas o Villalpando (Zamora), porque “pueden elegir”, en un pueblo con 62 habitados censados, pero en el que no llegan a medio centenar residiendo.
Por fortuna, Quintanilla del Molar no cuenta con casos de coronavirus, pero la gente “está siendo disciplinada con el confinamiento por si acaso”. “Cada uno hace su actividad, pero a la gente mayor no se la ve por la calle y cuando te encuentras con alguien porque viene el panadero, el frutero o el pescadero, ni nos acercamos entre nosotros”, relata.
En la misma línea se posiciona el regidor de la cercana población de Roales de Campos (Valladolid), José Manuel Moreno, cuyos vecinos, para salir del pueblo, “tienen que atravesar obligadamente las provincias de León y Zamora. “No creo que haya mucha diferencia entre Valladolid y León para la desescalada, pero tampoco nadie nos ha explicado nada”, especifica.
Con 167 habitantes, sus vecinos acuden a adquirir lo esencial a Valderas, a seis kilómetros, y Benavente, a 29, o sea, a León y Zamora. “Espero que nos planteen cómo hacer la desescalada si las provincias evolucionan diferente”, aseguró Moreno, quien se mantuvo prudente al no conocer en profundidad el documento y vaticinó que llamará por teléfono a la Diputación y a la Delegación del Gobierno para saber cómo actuar y que “suponga la menor molestia posible para los vecinos”.
Por el momento, la localidad no ha registrado casos por Covid-19 y se aventura a asegurar que “lo ideal” es que Castilla y León “bajara a la vez y no hubiera esta problema”. “Nosotros estamos en una situación diferente, a ver cómo lo gestionan”, dijo.
Una dentellada en Cantabria
Por su parte, el regidor de Pomar de Valdivia, Teófilo Calderón, aclaró que desde Subdelegación del Gobierno “no se han puesto en contacto” con él y “no tiene ni idea de nada”. Apuntó que la población de la localidad de Cezura, como la de Pomar de Valdivia, a quien pertenece la pedanía conformando un enclave palentino dentro de Cantabria, se desplazan a diario a Aguilar de Campoo para realizar la compra o acudir al médico.
En ese sentido, comenta que “no tiene ninguna queja” de la Guardia Civil, ya que pasan a ser una “especie de amigos o vecinos, al ser conocedores de su situación geográfica y la necesidad de desplazarse”, por lo que “ni paran” a los vehículos del pueblo, aclara.
En la misma situación se encuentra Berzosilla, un enclave entre Cantabria y la provincia de Burgos, pero que pertenece a Palencia.
“Nadie de la administración se ha puesto en contacto”. El sistema de fases por provincias, con aperturas diferenciadas, “sería un problema” porque, en su caso, “siempre tienen que pasar por Cantabria para salir del municipio”. “No hay otro camino”, al estar rodeados por Burgos, en la parte sur, y por Cantabria en el resto de zonas, traslada. Díaz subraya que, aunque el panadero se acerca a diario al pueblo, al igual que algún frutero, con menor frecuencia, la población compra y realiza gestiones bancarias en Aguilar de Campoo, por lo que, el 90 por ciento de las labores y acciones se lleva a cabo fuera de la localidad.