Este viernes, 15 de octubre, se celebró el Día Internacional de las Mujeres Rurales y el Ayuntamiento de Astorga ha programado tres charlas-coloquio en las pedanías de la bimilenaria, a cargo de Celeste Fernández. Bajo el título ‘Desde nuestras abuelas a nuestras nietas: Cien años de historia’, Fernández compartió este domingo la primera charla en las antiguas escuelas de Valdeviejas. Un recorrido por los cambios que se han producido en las mujeres que viven en el mundo rural.
Celeste Fernández, una mujer que vivió su niñez y adolescencia en el campo cacereño con su abuela, tras lo que se fue a vivir a la ciudad, pero siempre anheló sus raíces, por lo que volvió al campo y ahora vive en un pequeño pueblo de León, compartió la historia de las mujeres que vivían en los pueblos desde 1900 hasta nuestros días. “Me gusta mucho observar la vida de la gente y cuando he estudiado he prestado mucha atención a la situación de la mujer”, señala la conferenciante.
Fernández señala que el cambio más grande de los últimos cien años se ha producido con la posibilidad de las mujeres de salir de su pueblo, ya sea para estudiar o para trabajar. “Ahora, al tener más información del exterior, han ido cambiando su visión que han ido integrando en el mundo rural. La mujer tiene ahora otros parámetros, al volver han aportado cosas nuevas y se retorna al pueblo con una apertura de mente. Ahora en los pueblos la mujer tiene más riqueza para, con sus recursos, poder llevar a cabo ideas que antes no se tenían en cuenta. Pueden realizar trabajos en el pueblo como conducir un taxi, ser panaderas, propietarias de terrenos de agricultura y ganadería, gestionar una residencia para personas mayores o juntarse en una cooperativa y sacar adelante productos realizados por ellas, como sucede en nuestros alrededores”.
Aunque Fernández no está de acuerdo con la celebración de un Día de la Mujer Rural, al igual que no cree en los días del Alzheimer u otros así, considera importante “hablar de la figura de la mujer en los pueblos”. “Al final el 50% de las personas que viven en los pueblos son mujeres, por lo que hay que tener en cuenta a la mitad femenina de la población. Ya basta de trabajar de forma anónima, la mujer está haciendo una labor importantísima tanto si trabaja fuera de casa, como si quedan en casa de cuidadoras”. Para Celeste Fernández la distinción está en el entorno en el que viven las mujeres, “la mujer es mujer ya sea que viva en un entorno de ciudad o de los pueblos y tiene las dificultades derivadas del entorno. La mujer está en desigualdad y en una ciudad, con la vorágine, se tiene que abrir paso para encontrar su sitio en el mundo”.
La diferencia, explica, reside en que el patriarcado es mucho más marcado en los pueblos, más visible. “Si una mujer decide participar en una manifestación feminista en una ciudad lo hace de forma anónima y cuando vuelve a su casa sigue siendo anónima. Pero si lo hace en un pueblo todo el mundo la va a reconocer, si no por ella, como hija de, esposa de, nieta de. Se le puede señalar, si no a ella, a las personas de su entorno, no se puede volver al anonimato, es una doble capa de condena. En los pueblos tenemos más dificultad y ser doblemente valientes. Existe una distancia abismal entre la evolución de los pueblos y las ciudades. En el mundo rural se está avanzando más lentamente pero los pasos son más firmes”.
La próxima charla de Celeste Fernández será el próximo 23 de octubre en el Salón del Concejo de Murias de Rechivaldo a las 19 horas y finalizará en la Casa Concejo de Santa Catalina el 30 de octubre a las 17 horas.